Por Carlos R. Cózar
Investing.com - Llevamos varias semanas escuchando la palabra recesión debido a que los datos macroeconómicos, unido a la inestabilidad comercial entre Estados Unidos y China o la incertidumbre política en varios países europeos, han propiciado que las alarmas se enciendan.
Los miedos se han instaurado en los mercados de renta fija y renta variable. Como claro ejemplo del miedo existente en el mundo financiero es la inversión de la curva de tipos en Estados Unidos que se produjo recientemente.
Los inversores veían como el pasado 14 de agosto la curva de rentabilidades de la deuda se daba la vuelta y se paga más por financiarse a dos años que a 10, un 1,63% frente a un 1,62%. Estos acontecimientos se suelen interpretar como uno como uno de los indicadores más fiables de este mercado en lo que respecta a la llegada de una recesión.
Otra de las pruebas que parece, y solo parece, que entraremos en recesión es el debilitamiento de la economía alemana. El país teutón retrocedió un -0,1% en el segundo trimestre, después de crecer un 0,4% en el primero, y los principales indicadores económicos (sobre todo del sector industrial) apuntan a que en el tercer trimestre su Producto Interior Bruto (PIB) caerá de nuevo.
De ocurrir, la economía alemana entraría en recesión técnica por primera vez en siete años, fecha en la que las principales potencias salían de la crisis.
Además, los datos de IFO que se han presentado este lunes tampoco dan buena espina. El índice de confianza del consumidor descendió a 94,3 puntos en agosto, frente a 95,1 puntos esperados y a los 95,7 puntos de la encuesta anterior.
Este hecho ha hecho abrir un debate sobre si la economía mundial entrará en recesión. Hay varios analistas que dan por descontado que puede haber una igual o mayor que la que se produjo allá por 2008.
Morgan Stanley (NYSE:MS) llegó a decir recientemente que si Estados Unidos aumenta los aranceles sobre todos los bienes importados de China al 25% "durante 4 a 6 meses y China toma contramedidas, “veremos a la economía global entrar en recesión en los próximos tres trimestres". Pero Nomura fue mucho más allá y vaticina una caída más fuerte que la que se produjo por el “colapso de Lehman Brothers”.
BBVA (MC:BBVA) también ve un panorama negro y sus analistas consideran que “Europa se prepara para un otoño incierto”.
“Los datos y las noticias económicas este verano en Europa están decepcionando, no tanto por la esperada moderación del crecimiento sino por los signos de vulnerabilidad de las economías más abiertas, tras la ligera caída de la producción alemana y el desvanecimiento de las expectativas de que los principales riesgos, guerra comercial y Brexit, disminuyan en la segunda mitad del año”, sostienen.
En cuanto a Estados Unidos, BBVA (MC:BBVA) pronostica un porcentaje alto de recesión. “Las proyecciones de recesión basadas en modelos sugieren una probabilidad de alrededor del 75% en los próximos 24 meses. Señales mixtas de indicadores del mercado laboral. Se moderan los riesgos a la baja para la inflación”, puntualizan.
Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch también se lanzan a la piscina y pronostican una probabilidad del 33% a que haya una recesión en Estados Unidos en 2020, debido al debilitamiento de la industria y también de las ventas de automóviles. "Los datos económicos se han suavizado y están mandando señales crecientemente recesivas, en particular desde la industria", mantienen.
Fidelity pide calma
A pesar de los indicadores, que no son del todo buenos, hay otras muchas casas de inversión que, de momento, no ven recesión. Es el caso de Fidelity quien asevera que a pesar de que la zona euro o la guerra comercial estén sufriendo durante estos meses, no ven motivos para pulsar el botón de alarma. “Por una parte, podría argumentarse que los datos son retrospectivos y que estamos a punto de sufrir los efectos de la nueva escalada de los aranceles. Por otra, los bancos centrales han tomado una senda decidida de relajación y ahora estamos aún más adelantados en el ciclo de desplome de los rendimientos de la deuda. En ausencia de un inflación inesperada, esto debería ser positivo para el crecimiento global y el sector corporativo, aunque esté menos claro cuándo se dejarán notar totalmente esos efectos”, recalcan.
Los inversores también pueden respirar aliviados si creen a Natixis (PA:CNAT): “Por el momento, los datos en general apuntan una tendencia de crecimiento, con algunas excepciones, como Alemania, que se contrajo en el segundo trimestre. La industria continúa débil, pero los servicios se mantienen. Además, los consumidores están en una situación saludable y el mercado inmobiliario estadounidense debería beneficiarse de unos tipos de interés más bajos. El crecimiento del PIB del segundo trimestre en EE.UU. fue de un 2,1 por ciento y las ventas minoristas de China apuntan a su estabilización".
Los organismos llevan la contraria
Y en plena incertidumbre, los principales gobiernos y organismos económicos, que deben trabajar para que no se produzca la temida recesión.
Uno de ellos es el Fondo Monetario Internacional, a través de Christine Lagarde, negó que fuera haber recesión aunque sí advierte que el crecimiento económico será “vulnerable”.
Alemania tampoco cree que vaya haber recesión y considera que están preparados para cuando vengan mal dadas. Olaf Scholz, ministro de Finanzas dijo que el país germano posee toda la solidez fiscal para enfrentar una crisis económica "con toda fuerza", llegando a insinuar que Berlín podría aprobar hasta 50.000 millones de euros en gasto.
Estados Unidos, a pesar de que se invirtiese la curva en los tipos, también niega una posible recesión. “Los medios de noticias falsas están haciendo todo lo posible para hundir la economía porque piensan que será malo para mi reelección”, llegaba a decir Donald Trump.
“Nuestra economía es muy fuerte, a pesar de la horrenda falta de visión de Jay Powell y la Fed, pero los demócratas están tratando de predestinar la economía por motivos electorales”, zanjaba Donald Trump, pasándole la patata caliente a la Fed, quien sí ha advertido de una posible recesión en el mundo.