MOSCÚ, 18 ene (Reuters) - Rusia dijo el jueves que era imposible discutir el control de armas nucleares con Estados Unidos sin tener en cuenta la situación en Ucrania, acusando a Washington de buscar el dominio militar.
El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo en rueda de prensa que Washington había propuesto separar ambas cuestiones y reanudar las conversaciones sobre "estabilidad estratégica" entre los dos países, que poseen, con diferencia, los mayores arsenales nucleares del mundo.
Pero Lavrov dijo que la propuesta era inaceptable para Rusia debido al apoyo de Occidente a Ucrania en la guerra que ahora se acerca a cumplir su segundo año.
La ausencia de diálogo es significativa porque el acuerdo New START, que limita las cabezas nucleares estratégicas de ambas partes, expira en febrero de 2026. Su expiración dejaría a los dos países sin ningún acuerdo de armas nucleares en un momento en que las tensiones entre ellos se encuentran en el punto más alto desde la crisis de los misiles cubanos de 1962.
"No vemos el menor interés por parte de Estados Unidos, ni de la OTAN, en resolver el conflicto ucraniano y escuchar las preocupaciones de Rusia", dijo Lavrov.
Acusó a Occidente de presionar a Ucrania para que utilice cada vez más armas de largo alcance en ataques en el interior de Rusia. Tales ataques se han intensificado en las últimas semanas, incluido un ataque contra la ciudad meridional de Bélgorod en el que murieron 25 personas el 30 de diciembre.
Lavrov no aportó pruebas de su afirmación de que Occidente estaba animando a Ucrania a llevar a cabo tales ataques, pero acusó a Estados Unidos de buscar la superioridad militar sobre Rusia.
No había motivos para discutir el control de armamentos mientras Occidente estaba llevando a cabo lo que describió como "guerra híbrida" contra Moscú, dijo.
"No rechazamos esta idea para el futuro, pero condicionamos esta posibilidad a que Occidente abandone su política de socavar y no respetar los intereses de Rusia", dijo Lavrov.
(Reporte de Reuters; escrito por Mark Trevelyan; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)