Por Echo Wang y Jonathan Stempel
24 ago (Reuters) - TikTok y uno de sus empleados demandaron el lunes por separado al Gobierno de Donald Trump por el decreto que prohíbe cualquier negocio en Estados Unidos con la popular aplicación para compartir videos, argumentando que es un pretexto para alimentar la retórica contra China en momentos en que el presidente busca su reelección.
La compañía, que tiene su sede en Culver City en California, y su matriz china ByteDance Ltd, rechazaron la posición de la Casa Blanca de que la compañía era una amenaza para la seguridad nacional, porque había "tomado medidas extraordinarias para proteger la privacidad y la seguridad de los datos de los usuarios de TikTok en Estados Unidos".
También describieron el llamado de Trump en su decreto del 6 de agosto para una prohibición de TikTok como un medio para promover una "campaña más amplia de retórica antichina" antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre, donde el mandatario busca un segundo período.
"No nos tomamos el demandar al gobierno a la ligera", dijo TikTok. "Pero con el decreto amenazando con prohibir nuestras operaciones en Estados Unidos (...) simplemente no tenemos otra opción".
Patrick Ryan, gerente de programas técnicos de TikTok, demandó a la administración Trump por preocupaciones de que él y sus 1.500 colegas, incluidos muchos con visas de empleo, perderán sus trabajos el próximo mes si se cumple la orden del mandatario.
"Estas no son decisiones que pertenecen al gobierno", dijo Ryan en una entrevista. "No está bien ni siquiera considerarlo".
Alex Urbelis, un abogado que representa a Ryan en la demanda en la corte federal de San Francisco, dijo que el decreto adolecía de "vaguedad inconstitucional" y privó a los empleados de TikTok del debido proceso.
La Casa Blanca remitió una solicitud de comentarios al Departamento de Justicia, que se negó a hablar sobre la demanda de la compañía y no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre el caso de Ryan.
(Información de Echo Wang y Jonathan Stempel en Nueva York, Reporte adicional de Joshua Franklin en Nueva York, Diane Bartz y Raphael Satter en Washington y Paresh Dave en San Francisco, Editado en Español por Javier López de Lérida y Manuel Farías)