Túnez, 24 jun (.).- La ministra de Finanzas de Túnez, Sihem Nemsia, declaró este viernes que las inminentes negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) son un "alivio" para las finanzas públicas en un "momento difícil" para el país y adelantó que todavía no se ha fijado el monto del crédito.
"Estas negociaciones, que van a llevarse a cabo inmediatamente, son una señal positiva muy fuerte hacia todos nuestros socios, hacia los países amigos, a los proveedores de fondos internacionales e inversores", afirmó la responsable a la agencia estatal TAP durante el Foro de la Inversión celebrado en la capital.
Asimismo Nemsia desmintió que el importe de este préstamo -el tercero de la última década - sea de 3.600 millones de euros como asegura la prensa. Deberá ser pactado en los próximos encuentros, indicó.
La institución financiera felicitó este miércoles al Gobierno por las reformas propuestas, que incluyen revisar a partir de 2023 las subvenciones de productos de primera necesidad y combustibles, así como limitar el número de empleados públicos; y afirmó estar "lista" para iniciar el diálogo en las próximas semanas tras seis meses de discusiones técnicas.
El director del FMI para Oriente Próximo y Asia Central, Jihad Azour, que se reunió con el presidente de la República, Kais Said, y la primera ministra, Nadjla Bouden, insistió en que la propuesta de Túnez "aumentará su credibilidad y hará que las posibilidades de éxito sean mayores que en el pasado".
Azour lamentó que la invasión rusa en Ucrania haya dificultado la situación de su presupuesto estatal, principalmente por su dependencia de los cereales, y señaló que la estabilidad económica se ha convertido en un punto "fundamental", aunque insistió en la importancia de alcanzar un consenso entre los diferentes actores sociales para ejecutar este programa.
Sin embargo, la poderosa central sindical UGTT, que convocó la pasada semana una huelga general en el sector público para exigir subidas salariales, volvió a rechazar ayer la iniciativa del Ejecutivo "debido a los bajos salarios y las elevadas tasas de pobreza y desempleo en el país".
Las movilizaciones buscan también ejercer mayor presión sobre el mandatario, al que acusan de llevar a cabo un diálogo nacional unilateral y excluyente -tras apartar a los partidos políticos- y ante las medidas de austeridad que plantea el Gobierno.