Madrid, 28 ago (EFE).- La pérdida de fuelle de la economía
estadounidense marcó una semana de malos presagios que llevaron a la
Reserva Federal a prometer nuevos estímulos, mientras China debutaba
como segunda locomotora mundial.
La pérdida de impulso del crecimiento obligó a la primera
economía del mundo a rebajar ocho décimas la tasa de expansión entre
abril y junio de su Producto Interior Bruto (PIB), a un 1,6%, en
contraste con el 3,7% del primer trimestre.
Aunque ese recorte fue menos fuerte de lo que esperaba el
mercado, generó inquietud por el temor a una recaída en la recesión
-la temida "w" o el "double dip" (doble fondo)-, a la vista también
de otros malos resultados en EEUU en producción, empleo, déficit
comercial o el pinchazo inmobiliario con las ventas de viviendas en
mínimos históricos.
El aumento del déficit comercial por el mayor crecimiento
registrado de las importaciones desde 1984, sustrajo un 3,37% al
crecimiento del PIB.
No obstante, mejoraron entre abril y junio más de lo estimado
otros indicadores, como el gasto de los consumidores, que representa
dos tercios del PIB estadounidense, así como la inversión
empresarial y la confianza.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke,
manifestó el viernes, en la reunión de presidente de bancos
centrales en Jackson Hole (Wyoming), la disposición a tomar medidas
"no convencionales" si resultaran necesarias para apuntalar la
reactivación económica.
La Fed tiene munición suficiente para hacerlo, aunque la actitud
de Bernanke es "de ver y esperar", según dijeron luego analistas de
Goldman Sachs.
Otros expertos, como el premio Nobel de Economía de 2008, Paul
Krugman, recordaban que Estados Unidos precisa una tasa de
crecimiento del 2,5% sólo para impedir que el desempleo crezca.
Bernanke manifestó que confía en una modesta expansión de la
economía estadounidense en el segundo semestre de este año y que el
crecimiento tome un nuevo impulso en 2011, con lo que descartaba una
recaída en la recesión.
Una vuelta a la recesión en EEUU tendría un efecto negativo en la
Unión Europea (UE), donde avanza la recuperación económica, a
grandes zancadas en Alemania, advirtió el comisario europeo para
Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Las palabras de Bernanke templaron las bolsas tras las caídas
pronunciadas en los días anteriores y acabaron la semana con
pérdidas moderadas, del 0,6% en Wall Street, aunque Londres se salvó
con una ligera subida de una décima al cabo de las cinco sesiones.
China, convertida en la segunda economía mundial tras haber
desplazado a Japón, se mostró dispuesta por boca de su primer
ministro, Wen Jiabao, a impulsar las reforma política y la apertura
económica iniciada hace más de 30 años, al tiempo que rechazaba la
posibilidad de un estancamiento.
Según expresó el primer ministro, China no sólo debe avanzar
mediante la reforma y la apertura económica, sino también la
reestructuración política.
El PIB superó por vez primera al japonés en el primer semestre de
este año al superar los 1,337 billones de dólares, frente a los
1,288 de Japón, con crecimientos del 11,9% en el primer trimestre y
de 10,3% en el segundo, y la expectativa de que la expansión sea de
un 9,5% para todo el año 2010.
Esta misma semana cinco bancos chinos presentaron ganancias
semestrales que en conjunto superaron los 40.000 millones de
dólares, con aumentos entorno al 30% con respecto al mismo periodo
del año pasado.
La semana que ahora acaba fue testigo de la guerra por hacerse
con el control de la compañía de almacenamiento de datos 3Par que
libran Hewlett Packard (HP), el mayor fabricante de ordenadores
personales del mundo, y su competidor Dell.
La última oferta cercana a 2.000 millones fue hecha el viernes
por HP, que aumentó su puja de 27 a 30 dólares por acción, en su
afán de crecer en el negocio de la computación en red. EFE