Miami (EE.UU.), 12 feb (EFE).- Un juez de Estados Unidos absolvió
hoy a Thomas Raffanello, ex jefe de la DEA en Miami y antiguo jefe
seguridad del intervenido Grupo Financiero Stanford, acusado de
destruir documentos relacionados con esa institución bancaria.
El magistrado Richard W. Goldberg dictaminó que los fiscales no
lograron probar el caso en contra de Raffanello y de Bruce Perraud,
otro ex empleado del grupo financiero intervenido en 2009 a raíz de
un presunto fraude cometido mediante el Stanford International Bank
Ltd. (SIBL), que tenía su sede en Antigua.
La decisión de Goldberg se emitió luego de que el jurado le
consultara si podían declarar inocentes a los acusados en el cargo
de conspirar para obstruir la justicia y hallarles culpables en
otros cargos de obstrucción y destruir documentos federales.
Los doce integrantes del jurado tenían confusiones en torno al
caso tras dos días de deliberaciones.
Aunque los fiscales se opusieron, el juez utilizó su autoridad
para tomar la decisión.
Raffanello como antiguo jefe de la DEA estuvo al frente de los
casos del ex general panameño Manuel Antonio Noriega y el
narcotraficante colombiano convicto Fabio Ochoa Vásquez.
Raffanello y Perraud, ex empleado de tecnología, afrontaban
cargos de conspirar para obstruir un procedimiento de la Comisión de
Valores de EE.UU. (SEC, por su sigla en inglés) y destruir
documentación relacionada con la investigación iniciada en contra
del grupo financiero.
El presunto fraude cometido mediante el grupo se realizó a través
de un sistema piramidal que, según las autoridades estadounidenses,
asciende a unos 7.000 millones de dólares.
Las acusaciones contra Raffanello y Perraud fueron presentadas en
septiembre del año pasado.
Las autoridades dijeron que Raffanello, quien trabajaba en la
oficina del SFG, en Fort Lauderdale, al norte de Miami,
supuestamente dirigió la destrucción de documentos, que por orden de
un tribunal de Houston (Texas) debían ser preservados para el caso
que se interpuso en esa instancia judicial.
Según la acusación, el ex jefe de seguridad examinó la decisión
del tribunal, enviada el pasado 17 de febrero, con Perraud, y el 23
de ese mismo mes ordenó que los documentos fueran almacenados en la
oficina de Fort Lauderdale para destruirlos.
Un representante de una empresa encargada de destruir documentos
se reunió con Perraud el 25 de febrero pasado y éste presuntamente
supervisó cómo los documentos fueron empacados y trasladados a un
vehículo de esa compañía, según el texto judicial. EFE