Berlín, 25 ago (EFE).- Dos años después de la quiebra del banco
de inversión estadounidense Lehman Brothers en medio de la crisis
financiera, el Gobierno alemán aprobó hoy una tasa bancaria así como
una hoja de ruta para actuar en caso de grandes bancos sufran
problemas de financiación.
Las críticas contra el proyecto de ley del Ejecutivo de la
canciller Angela Merkel no se hicieron esperar y desde las entidades
bancarias se atacó el gravamen anunciado, asegurando que dificultará
la concesión de créditos.
Desde la oposición se calificó la tasa de insignificante,
advirtiendo que los bancos podrían traspasar los costes a sus
clientes.
Con la tasa bancaria acordada por el Gobierno se creará un fondo
de unos 1.300 millones al año para la creación de un colchón
financiero que permita a las entidades afrontar cualquier nueva
crisis financiera.
Igualmente, con el fondo que se cree los grandes bancos podrán
sanearse con rapidez y seguridad sin verse sometidos a los altibajos
de los mercados financieros.
Los analistas estiman que este proyecto de ley se convertirá en
un instrumento de garantía para el mundo bancario, que hasta el
momento confiaba en que los estados nunca les dejarían caer en la
bancarrota por su propia seguridad.
La tasa bancaria aprobada ahora por Alemania está también en
estudio en la Unión Europea (UE).
Esta tasa bancaria se aplicará a todas las entidades bancarias
con presencia en Alemania.
El volumen de la tasa dependerá del volumen de negocio de las
entidades así como de los tentáculos que el banco tenga extendidos a
través de las redes financieras.
Según el Gobierno, el fondo contará con unos ingresos anuales de
1.300 millones de euros. Sólo en 2006, el año antes de la crisis,
las entidades bancarias sumaron unos beneficios de 1.300 millones de
euros.
La mayor parte de las aportaciones vendrá de grandes entidades
como Deutsche Bank o el Commerzbank. EFE