Alba Fernández Candial
Río de Janeiro, 18 ago (EFE).- América Latina experimenta uno de
los climas económicos más favorables de la última década, aunque esa
tendencia positiva debe analizarse con precaución, aseguraron hoy
expertos en la divulgación de un informe sobre la región.
"La recuperación (de la crisis económica mundial) está
garantizada aunque con cautela: va a producirse de forma lenta y aun
así hay que ser cautos", advirtió Lia Valls, coordinadora del Centro
de Comercio Exterior del Instituto Brasileño de Economía (IBRE).
Según un estudio publicado hoy por el centro de estudios
económicos brasileño Fundación Getulio Vargas (FGV) y el Instituto
de Investigación en Economía (Ifo) de la Universidad de Múnich
(Alemania), los indicadores económicos trimestrales colocan a
Latinoamérica en una fase de "boom" económico.
El Índice de Clima Económico (ICE) de Latinoamérica, promedio
entre el Índice de la Situación Actual (ISA) y el Índice de
Expectativas (IE), se situó en julio pasado en 6,0 puntos en una
escala máxima de 9.
Dentro de la serie histórica, ese valor sólo fue igualado en
abril del año 2000 y únicamente superado en octubre de 1997 (6,3
puntos), en un momento de estabilización macroeconómica y reformas
de apertura comercial en la zona.
Valls señaló que, después del golpe provocado en las economías
mundiales por la crisis global, el ICE cayó a su nivel más bajo en
enero de 2009 (2,9 puntos), aunque desde entonces la percepción
sobre la economía latinoamericana no ha dejado de crecer.
"Ha sido una recuperación mucho más rápida de lo que imaginaba",
señaló la coordinadora del ICE y agregó que, si bien las
expectativas de crecimiento para la región han disminuido, el valor
del Índice de Expectativas para América Latina ha disminuido
"bastante menos" que para el resto del mundo en general.
La valoración de la situación actual en América Latina aumentó de
4,7 a 5,8 puntos, mientras las expectativas disminuyeron ligeramente
de 6,4 a 6,2, aunque la mayoría de países muestra valores que
apuntan a un trayectoria descendente que comenzó en octubre de 2009
en algunos casos y enero de 2010 en otros.
Valls ha destacado el papel de países como Brasil, que sigue
liderando la región a nivel de cifras macroeconómicas; México, el
único que mejoró sus expectativas de crecimiento, y Chile, que
consiguió el mayor nivel de expectativas (7,8 puntos).
En el caso de Brasil, la especialista advirtió que, si bien su
situación actual (8,4 puntos) sólo es superada por Perú (8,6), la
mayoría de estudios realizados hasta ahora apuntan a que el producto
interior bruto (PIB) de 2011 será menor al de este año, para el cual
el Gobierno espera una expansión del 6,5%.
En el otro extremo de la balanza se sitúan Bolivia, Ecuador y
Venezuela, cuyos valores de clima económico los colocan en una
posición desfavorable (por debajo de los 5 puntos) y sus economías
están todas en recesión.
En el caso de Europa, la coordinadora del IBRE destacó que la
tendencia económica no siguió el rumbo previsto por la mayoría de
analistas, ya que la crisis griega no se extendió por el resto de
mercados de ese continente y la situación general ha mejorado.
"No sucedió lo que esperábamos", reconoció Valls, quien no
obstante aseguró que la evolución de la economía europea se debe
principalmente a la trayectoria positiva de Alemania "que arrastra
con ella al resto de países europeos".
Según el informe, el clima económico de Estados Unidos disminuyó
(de 5,5 a 5,2 puntos), así como el de Japón (de 4,9 a 4,6), valores
que fueron influenciados por un importante descenso en el índice de
expectativas.
La economía China rebajó su ICE un punto durante el último
trimestre, situándose en 5,0 y entrando en la fase de declive ya que
tanto su situación actual como sus expectativas de mejora
empeoraron.
A pesar de las tímidas muestras de mejora, los especialistas
señalan que el escenario de dudas permanece y que la incertidumbre
económica hace que el proceso de recuperación se ralentice.
"Se trata de expectativas frustradas, pero en el buen sentido",
concluyó Valls, quien señaló que el escenario internacional no
empeoró tanto como los analistas habían previsto y que "si no hay
sorpresas negativas, cabe ser optimistas". EFE
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