Pittsburgh (EE.UU.), 25 sep (EFE).- La presidenta de Argentina,
Cristina Fernández, se mostró hoy muy satisfecha por el resultado de
la cumbre del G-20 en Pittsburgh y, especialmente, por el
reconocimiento de la necesidad de potenciar el "trabajo decente".
"Estoy contenta porque la cumbre ha acabado al revés de que como
acabó la de Londres. Allí acabamos casi peleando para que no se
introdujera el término de flexibilidad laboral, y aquí el documento
final reivindica la necesidad del trabajo decente como una de las
herramientas fundamentales para abordar esta crisis", indicó.
La mandataria dijo, además, que a la próxima cumbre se
incorporarán también los ministros de Trabajo, un logro positivo que
atribuye a las gestiones que hizo Argentina para que la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) se incorporara al G-20 (países ricos
y emergentes).
Para Fernández, otro aspecto importante de la cumbre es la
"consolidación del G-20 como un grupo económico".
"Muchos hablan de la necesidad de configurar un nuevo orden
mundial, pero yo creo que ya se está conformando", dijo la
gobernante, en referencia a la influencia creciente de los países
emergentes.
"Después de la II Guerra Mundial los países en vías de desarrollo
eran considerados simplemente como proveedores de materia primas o
productos con escaso valor agregado. Pero esto comenzó a cambiar con
la aparición de nuevos actores que no solo agregan un alto valor
añadido a sus productos, sino también una mano de obra masiva",
dijo.
En su opinión, el problema es que este nuevo orden económico "no
está regulado", y es este sentido en el que debe trabajar el G-20.
"Esta es la clave", aunque sin hacer que cada país renuncie a su
"soberanía", apuntó. EFE