Redacción de Economía, 12 nov (EFE).- La Unión Europea ha acordado hasta ahora tres planes de rescate para países de la zona euro, Grecia, Irlanda y Portugal.
Italia por su parte se comprometió el 26 de octubre a acometer una serie reformas económicas exigidas por la UE, que provocó una convulsión política en el país transalpino.
El primer ministro Silvio Berlusconi que ha formalizado esta noche su dimisión ante el Jefe del estado, Giorgio Napolitano, tras la aprobación definitiva, en la Cámara de los Diputados, de la Ley de Presupuestos para 2012, que incluye las reformas económicas exigidas a Italia por la UE con el fin de calmar a los mercados, deja vía libre al nuevo Gobierno para hacer efectivas las reformas.
El primer rescate a Grecia, aprobado el 2 de mayo de 2010, contemplaba un paquete de préstamos de 110.000 millones para el periodo 2010-2012, al que el Fondo Monetario internacional (FMI) aportaba 30.000 millones.
El plazo para reintegrar el crédito, inicialmente previsto hasta 2014, se extendió posteriormente hasta 2017.
El peligro de que la situación de Grecia se contagiara a otros países de la zona euro, motivó a la UE a crear un fondo de rescate de 750.000 millones de euros -incluida la aportación del FMI- para los países con problemas de deuda y mantener la estabilidad de la zona euro.
Este mecanismo de rescate no tenía carácter permanente y estará en vigor sólo hasta 2013.
El 28 de noviembre de 2010 la UE acordó el programa de asistencia financiera a Irlanda, por un valor de 85.000 millones de euros, que deben ser devueltos en el plazo de tres años, de los cuales el FMI aportará 22.500 millones.
De la cantidad global, 35.000 millones de euros fueron destinados al sector bancario irlandés y los otros 50.000 millones a las cuentas públicas del Estado.
El Gobierno de Dublín aprobó un programa de ajuste que, entre otras medidas, contemplaba la supresión de 25.000 empleos públicos, subidas de impuestos y un importante recorte en el gasto social.
El 16 de mayo de 2011 fue aprobado un rescate para Portugal de 78.000 millones de euros (52.000 millones aportados por la UE y los otros 26.000 por el FMI) durante tres años.
El Gobierno portugués aprobó un severo programa de ahorro, que incluye la privatización de empresas y servicios públicos, la congelación de salarios y pensiones o la subida de impuestos, entre otras medidas con el objetivo de reducir el déficit hasta el 3% antes de 2014.
Durante 2011 año y para afrontar futuras dificultades, los países de la eurozona han creado un mecanismo permanente que funcionará a partir de 2013 con un capital de 700.000 millones para una capacidad de endeudamiento de 500.000 millones de euros.
El 21 de julio de 2011 los líderes de la eurozona acordaron un segundo rescate a Grecia por valor de 159.000 millones de euros para el periodo 2011-2014, de los que 49.600 millones provendrán del sector privado (37.000 millones de los bancos y 12.600 de un programa de recompra de bonos griegos).
El 21 de octubre el Eurogrupo acordó aumentar "sustancialmente" la participación privada, ante la mala situación de la economía helena.
El 27 de octubre la UE pactó un plan anticrisis que contempló una quita del 50% de la deuda griega con la banca privada, un segundo paquete de ayuda por 130.000 millones de euros, dotar con un billón de euros el fondo de rescate y la recapitalización de los bancos con un capital de máxima calidad.
Ante estas medidas, el primer ministro, Yorgos Papandréu propuso un referéndum, pero tras recibir fuertes presiones de los líderes europeos reunidos en la cumbre del G-20 en Cannes (Francia), desistió de este propósito.
El 23 de junio de 2011 el Gobierno italiano aprueba un plan de ajuste de 47.000 millones de euros para 2011-2014, para lograr el equilibrio presupuestario.
El 14 de septiembre, aprueba su segundo plan de ajuste por 54.000 millones de euros, que introduce la subida del IVA del 20 al 21%.
El 20 de octubre la CE pide al Gobierno de Berlusconi nuevas reformas y seis días después, el mandatario italiano presentó al Consejo Europeo, "un plan detallado" de reformas económicas, entre ellas, retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años.
El 9 de noviembre los inspectores de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo empiezan a supervisar las reformas comprometidas por Italia.EFE