Miami (EE.UU.), 1 may (EFE).- Los "indignados" de Miami se sumaron hoy a las protestas convocadas por todo Estados Unidos con motivo del Día Internacional del Trabajo, pese a las torrenciales lluvias que caen casi sin descanso en la ciudad desde hace varios días.
Decenas de personas se dieron cita hoy en el centro de Miami para participar en unas protestas que se prolongarán durante todo el día y con las que se reclama desde mejores condiciones laborales o sociales, hasta un cambio radical del sistema económico y financiero.
"Buscamos cambiar el sistema corrupto y empezar una nueva revolución", explicó hoy a Efe Rigo Antonio Veloso, un pintor sin empleo nacido en Cuba y criado en Florida.
A sus 40 años, explicó que, junto a otros compañeros, también protestaba por "el racismo que existe en Estados Unidos contra los hispanos y contra los inmigrantes", así como por "el abuso que se comete contra los 'homeless' (gente sin hogar)".
Como él, decenas de personas aprovecharon una breve tregua de la lluvia para desplegar carteles en los que se reclamaba a la autoridades que se dé prioridad a "la gente sobre los beneficios", que se escuchen las propuestas del pueblo y que se proteja a la clase trabajadora, entre otras consignas.
Los "indignados" de Miami y de otras ciudades de Florida forman parte de los miles de personas que por todo el país se sumaron hoy a la jornada de "resistencia" convocada con motivo del Día del Trabajo, que se celebra el primero de mayo en casi todo el mundo, aunque en EE.UU esta conmemoración tiene lugar el 3 de septiembre.
Las celebraciones del primero de mayo tienen especial relevancia en Los Ángeles, Chicago y otras ciudades del país con un elevado porcentaje de población hispana, que suele aprovechar esta fecha para reclamar mejoras en sus condiciones laborales.
Sin embargo, todas las miradas están puestas hoy en la gran manifestación que recorrerá por la tarde el sur de Manhattan, en Nueva York, convocada por el movimiento Ocupa Wall Street con el apoyo de sindicatos y de organizaciones comunitarias y de inmigrantes. EFE
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