Lisboa, 27 mar (EFE).- El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Portugal, un órgano consultivo del Estado, acusó hoy al ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, de fomentar la división europea por afirmar que la nación germana es envidiada.
En una carta al ministro divulgada hoy, José da Silva Peneda, presidente del CES y ex diputado del gobernante Partido Social Demócrata luso (PSD, centroderecha) reprocha a Schäuble unas polémicas declaraciones a la televisión pública alemana ampliamente difundidas por los medios lusos.
Para el responsable del CES, un órgano constitucional de obligada consulta en los procesos de concertación social entre Gobierno, sindicatos y empresarios, las afirmaciones del político alemán ahondan "el foso" entre los estados de la UE e incitan a la inquina.
Schäuble, según lo publicado en la prensa, fue preguntado sobre el motivo de las críticas a la política económica de Alemania y respondió: "Siempre fue así, como si fuese un aula, cuando a veces tenemos mejores resultados los que pasan algunas dificultades acaban por tener envidia".
El presidente del CES consideró que esta clase de manifestaciones son propias de los que "se sienten superiores a otros" y no son compatibles con la cultura de compromiso en la que se basa la construcción europea.
"Los fantasmas de la guerra que creíamos enterrados, por lo visto están solo dormidos", afirma el político portugués citando al ex presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Paul Juncker, para reprochar que Schäuble "parece querer despertarlos".
"Con esta declaración muestra que el espíritu europeo ya no existe para usted", le censura Da Silva Peneda a Schäuble.
El presidente del CES también critica que el ministro alemán presumiera de que su país cumple los compromisos mientras otros tienen que poner orden en sus cuentas, y considera que esas afirmaciones son ofensivas para millones de europeos que han realizado "sacrificios brutales" en los últimos años.
Da Silva Peneda urge en su carta a que se adopten cambios en la UE que garanticen la "convergencia" entre las economías de los estados miembros. EFE