Roma, 14 oct (EFE).- El primer ministro italiano, Silvio
Berlusconi, anunció hoy para finales de este año y comienzos del que
viene el inicio de la construcción del Puente de Messina, que unirá
la isla de Sicilia con la región de Calabria, en la Península
Itálica.
"En diciembre, como máximo en enero, comenzaremos la realización
del puente sobre el estrecho de Messina", dijo Berlusconi durante la
presentación en Roma de un plan de inversión para los dos
aeropuertos más importantes de Italia: el romano Fiumicino y el
milanés Malpensa, en declaraciones que recogen los medios italianos.
Con este anuncio parece que queda algo más cerca la conclusión
del proyecto de unir por carretera la isla de Sicilia al resto del
continente europeo, un objetivo que los historiadores datan ya en la
época romana y que terminó de concretarse con su anuncio oficial
durante el anterior Gobierno de Berlusconi en 2001.
En el mismo acto de hoy al que acudió el primer ministro, Pietro
Ciucci, consejero delegado de la sociedad Estrecho de Messina y
comisario para la realización de la obra, confirmó las mismas fechas
para el comienzo de la obra principal.
"Actualmente hemos entrado en la fase final del proyecto
ejecutivo: el objetivo requiere esfuerzo, pero nos hemos
comprometido. Para esta primera fase hay unos 30 millones de euros
disponibles y están previstas otras obras también en Sicilia",
indicó.
Después del anuncio oficial de su proyecto, el 12 de octubre de
2005 se abrieron las ofertas económicas para su construcción y
Sacyr, división constructora del grupo español Sacyr Vallehermoso,
presentó la mejor oferta técnica y económica por un importe de 3.880
millones de euros.
El consorcio en el que participa Sacyr con un 18,7 por ciento
(integrado además, entre otras empresas, por las italianas
Impregilo, Condotte, CMC y ACI y la japonesa IHI) firmaron en marzo
de 2006 en Roma el contrato de construcción, pero éste fue
paralizado tras la salida de Berlusconi del Gobierno ese mismo año y
la llegada de un nuevo primer ministro, Romano Prodi.
Ya de nuevo con Berlusconi en el Ejecutivo, el 6 de marzo pasado
el Comité Interministerial para la Programación Económica Italiano
(CIPE) aprobó un fondo de 17.800 millones de euros para la
construcción de grandes obras, de los que 1.300 millones irán para
el Puente de Messina.
Cuando se complete, el Puente de Messina tendrá el mayor vano del
mundo en una construcción de este tipo, 3.300 metros, frente a los
1.990 del de Akashi, en Japón, que ostenta actualmente el récord
mundial.
Esta imponente obra de ingeniería está proyectada para soportar
terremotos de hasta 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter y
vientos de hasta 216 kilómetros por hora y contará con dos calzadas
de autopista con tres carriles por sentido, una vía doble de
ferrocarril y carriles de emergencia. EFE