Julio César Rivas
Toronto, 11 nov (EFE).- Tras los dramáticos seis primeros meses
del 2009, que incluyeron quiebras y traumáticas reducciones de
empleos y producción, General Motors (GM) y Chrysler dicen que en
estos momentos se encuentran mucho mejor de lo esperado.
Los dos fabricantes, que han tenido que recurrir a decenas de
miles de millones de dólares de ayudas públicas para sobrevivir,
sorprendieron la semana pasada, y casi al mismo tiempo, con
decisiones y anuncios inesperados.
General Motors se adelantó unas horas a Chrysler al momento de
anunciar sus "buenas noticias".
Contra todo pronóstico, el consejo de administración de GM
decidió cancelar la venta de su filial alemana Opel (y la inglesa
Vauxhall) cuando todo estaba pactado con gobiernos europeos y
trabajadores para cerrar la adquisición por parte del grupo
capitaneado por Magna.
Poco después, el consejero delegado de Fiat (y por ende de
Chrysler), Sergio Marchionne, reunió en la sede del fabricante
estadounidense en Auburn Hills a analistas, periodistas y políticos
para explicar su plan de rescate y aprovechó para anunciar que la
salud financiera de la empresa es robusta.
Si los dos anuncios de GM y Chrysler fueron sorprendentes, las
razones que los han permitido han dejado a más de uno pasmado.
Básicamente, las dos empresas han dicho que las
reestructuraciones que han acometido en las últimas semanas han sido
increíblemente efectivas hasta el punto que sus cuentas están a años
luz de donde estaban hace sólo seis meses.
El vicepresidente de General Motors (GM), John Smith, y que
estaba a cargo de las negociaciones de la venta de Opel a Magna, lo
dijo claramente durante una conferencia de prensa telefónica
convocada ante el furor desatado en Europa por la decisión de
cancelar la venta.
"Las condiciones ahora de GM no se pueden comparar con las del
primer trimestre del año ni siquiera con las de la primera mitad de
2009. Ha habido una gran mejora", señaló Smith para añadir a
continuación que ahora tienen más "flexibilidad para efectuar el
plan de reestructuración en solitario".
La situación de GM ha mejorado tanto, que Smith como su jefe, el
consejero delegado de la empresa, Fritz Henderson, han dicho que la
liquidez de la compañía en Europa les permitirá pagar sin problemas
el préstamo puente de 1.500 millones de euros facilitado por el
Gobierno alemán.
Henderson tiene previsto ofrecer en los próximos días una
explicación más detallada, y con números que lo respalden, de la
significante mejora de la situación financiera de General Motors,
tanto en Estados Unidos como en Europa.
Pero mientras tanto, el hecho es que GM espera que los gobiernos
europeos proporcionen unos 3.000 millones de euros en ayudas para
realizar la reestructuración de Opel y que el resto será financiado
por la propia empresa sin mayores problemas.
Por su parte, Marchionne dejó a los analistas rascándose la
cabeza cuando afirmó que, básicamente, la empresa ha dejado de
perder dinero en las últimas semanas (con un EBITDA en el tercer
trimestre de 200 millones de dólares y casi un beneficio neto en
septiembre).
Eso a pesar de que las ventas de Chrysler han estado cayendo en
barrena desde principios del año.
Es más, según Marchionne, Chrysler cuenta con una liquidez de
5.700 millones de dólares y que gracias a la reestructuración la
empresa ha conseguido reducir sus costes fijos de forma dramática.
Las cifras son tan increíbles que Marchionne reconoció que más de
uno podía pensar que "había fumado algo", y no precisamente tabaco,
para poder llegar a esos números.
Hasta que uno y otro no den a conocer sus cuentas de resultados,
lo que ambos se han comprometido a hacer a pesar de que ya no
cotizan en los mercados de valores y por lo tanto no tiene la
obligación legal de hacerlo, sus afirmaciones tienen que ser
probadas por la realidad.
Pero el caso es que tanto GM como Chrysler coinciden en afirmar
que sus reestructuraciones han conseguido su principal objetivo,
detener la hemorragia económica del 2008 y parte del 2009.
Lo que ambos fabricantes esperan ahora es que las ventas de
automóviles se recuperen, incluso aunque sólo sea una ligera
recuperación, para empezar a salir realmente del agujero. EFE