Washington, 18 may (EFE).- El secretario del Interior de EE.UU.,
Ken Salazar, dijo hoy que el país depende del petróleo que obtiene
con las perforaciones petrolíferas en alta mar, en un espaldarazo a
su continuidad pese al catastrófico derrame en el Golfo de México.
Salazar compareció hoy ante el Comité de Energía y Recursos
Naturales en la segunda audiencia con funcionarios del Gobierno para
aclarar la respuesta de las autoridades ante el derrame, así como
para abordar los problemas que propiciaron la actual situación.
El alto funcionario puntualizó que el Gobierno conducirá
exhaustivos análisis medioambientales y considerará cuidadosamente
la seguridad de los trabajadores y los riesgos de un potencial
derrame a la hora de desarrollar nuevas áreas para la exploración
petrolífera.
La comparecencia de Salazar se produce en medio de crecientes
críticas al papel de las agencias reguladoras, que forman parte del
Departamento del Interior que él encabeza, en la supervisión de la
industria.
El presidente estadounidense, Barack Obama, criticó la "estrecha
relación" entre las compañías petrolíferas y el Gobierno y el propio
Salazar ha propuesto dividir el Servicio de Gestión de Minerales
(MMS), que supervisa la industria, para evitar conflictos de
intereses.
Según el plan propuesto por Salazar, la agencia se dividirá en
dos unidades, la que se encarga del cumplimiento de los requisitos
de seguridad y la que recauda fondos de las compañías petrolíferas y
de gas, que hasta ahora operaban de forma unísona.
"Hemos hecho grandes cambios en el MMS y seguiremos haciéndolos",
afirmó durante la audiencia Salazar, quien señaló que no dará marcha
atrás en la agenda de reformas.
El derrame que amenaza el ecosistema del Golfo, así como la
industria pesquera y el turismo comenzó el 20 de abril a raíz de un
accidente en una plataforma operada por British Petroleum (BP).
Las estimaciones oficiales indican que cada día fluyen al mar
unos 5.000 barriles de crudo, el equivalente a más de 800.000 litros
de petróleo.
Científicos independientes cuestionan esos datos y dicen que la
cantidad de carburante que mana al mar podría ser hasta diez veces
mayor.
BP aseguró en un comunicado divulgado hoy que el tubo que insertó
este fin de semana sobre la principal fuga del derrame captura ya
alrededor de un 40 por ciento del crudo, unos 2.000 barriles. EFE