Maribel Izcue
Tokio, 12 sep (EFE).- Las bolsas asiáticas subieron esta semana
de forma generalizada, animadas por la difusión de datos
macroeconómicos positivos en China y por el compromiso de los
responsables de Economía y Finanzas del G-20 de establecer medidas
para fortalecer el sistema financiero global.
Este optimismo cauteloso se vio reflejado en el índice MSCI Asia
Pacífico, que subió un 4,4 por ciento de lunes a viernes, con lo que
suman ya siete semanas en las que el indicador alterna pérdidas y
ganancias.
El índice, que mide la temperatura bursátil de la región, tocó su
nivel más bajo en los últimos cinco años el pasado marzo, y desde
entonces ha escalado un 67 por ciento en medio de las perspectivas
de una lenta pero paulatina mejoría de la economía global.
A ellas contribuyó la reunión de la semana pasada de los
ministros de Economía y Finanzas del G-20 en Londres, donde
reafirmaron su apoyo al crecimiento sostenido de la economía y se
comprometieron a trabajar por el fortalecimiento del sistema
financiero global.
En Japón las ganancias se vieron contenidas por la caída del
dólar por debajo de la banda de los 91 yenes, su nivel más bajo en
siete meses, lo que perjudica directamente a los exportadores
nipones.
El euro, en cambio, tomó fuerza frente a la moneda estadounidense
y se movió en torno a la línea de 1,46 dólares.
Con la fortaleza del yen frente al dólar como telón de fondo y
las expectativas de una gradual recuperación económica, el índice
Nikkei del parqué tokiota, la segunda plaza del mundo por detrás de
Nueva York, se apuntó unos beneficios del 2,52 por ciento y cerró en
10.444,33 puntos.
El mercado de Tokio se movió durante la semana con cierta
incertidumbre ante el próximo cambio de Gobierno y el propósito del
futuro primer ministro, Yukio Hatoyama, de cambiar la estrategia de
crecimiento de Japón, con medidas como fomentar la demanda interna
para evitar depender de las exportaciones.
En Seúl, el selectivo Kospi de la bolsa surcoreana creció un 2,66
por ciento hasta los 1.651,70 enteros, impulsado principalmente por
las ganancias en el bloque tecnológico y de motor.
Más destacada fue la subida del Hang Seng, el indicador
referencial de Hong Kong, que aumentó un 4,14 por ciento y cerró en
21.161,42 puntos.
En la misma línea, el índice general de Shanghai (acciones
convertibles y no convertibles) se apuntó esta semana un 4,47 por
ciento y cerró en 2.989,79 unidades
La principal plaza bursátil de China se movió con optimismo tras
conocerse varios datos macroeconómicos positivos, especialmente el
de la producción industrial, que se incrementó un 12,3 por ciento en
agosto respecto al año anterior, medio punto por encima de las
previsiones.
El parqué chino continuó así la recuperación iniciada la semana
pasada y se quedó a las puertas de los 3.000 puntos, una barrera que
no supera desde el 1 de julio.
El pasado agosto, la bolsa china, una de las más volátiles del
mundo, perdió un 22 por ciento de su valor debido a una racha de
altibajos en la que tuvo subidas de más de un 4 por ciento y caídas
de casi un 7 por ciento.
En lo que se refiere al Sudeste Asiático, las bolsas siguieron la
tendencia regional y concluyeron todas en terreno positivo.
Tailandia fue la que acumuló mayores ganancias, con un incremento
del 5,8 por ciento de su índice SET, que cerró la semana en 707,81
puntos.
Por su parte, el selectivo JCI de Yakarta sumó un 4,01 por ciento
y concluyó en 2.415 puntos, mientras que la bolsa de Ho Chi Minh
(antigua Saigón) avanzó un 3,69 por ciento hasta los 547,99 puntos.
Algo más moderados fueron los avances de Malasia, que ganó un 2,5
por ciento hasta los 1.208,28 puntos; Singapur, que subió un 2,24
por ciento y quedó en 2.681,03 unidades; y Filipinas, que agregó un
1,4 por ciento y concluyó la semana en 2.870,83 enteros. EFE