Sídney (Australia), 21 ago (EFE).- Los Gobiernos de Australia y
China participarán el mes próximo en Pekín en una nueva ronda de
negociaciones encaminada a lograr un Tratado de Libre Comercio,
informa hoy el diario australiano "The Australian Financial Review".
La continuación de las negociaciones es una buena noticia para
las relaciones diplomáticas entre ambos países, dañadas tras la
visita a Australia de la líder uigur Rebiya Kadeer, que motivó la
cancelación de varios viajes de altos funcionarios chinos al país.
Los cuatro empleados de la minera anglo-australiana Río Tinto,
acusados formalmente en Pekín de violar secretos comerciales y
aceptar sobornos en el marco de las negociaciones bilaterales para
fijar el precio del hierro, es otro tema espinoso en las relaciones
bilaterales.
Sin embargo, la tensión pareció aflojarse esta semana tras la
firma de un acuerdo entre la compañía estatal china PetroChina y la
estadounidense Exxon-Mobil por la que la primera comparará a la
segunda gas natural licuado australiano por valor de 50.000 millones
de dólares australianos (41.400 millones de dólares estadounidenses)
en los próximos 20 años.
La decimocuarta ronda de negociaciones destinada a liberalizar
las relaciones comerciales chino-autralianas estaba fijada para
principios de este año pero fue cancelada debido al desacuerdo sobre
la inclusión del sector agrícola en las negociaciones, sector que
finalmente será tratado en las discusiones después de que China
cediera en este asunto.
El ministro australiano de Comercio, Simon Crean, ha explicado
que pactó la continuación de las negociaciones durante una reunión
que mantuvo con su colega chino, Chen Deming, la semana pasada,
indica el citado medio.
"No creo que la actual situación política sea peligrosa. No
soporto este punto de vista de tener miedo a los chinos", dijo el
ministro en una entrevista publicada en "Australian Financial
Review".
Las dos naciones acordaron negociar un TLC en mayo de 2005 para
liberalizar el comercio entre ambos países, que el año pasado movió
53.000 millones de dólares, aunque el progreso del proceso ha sido
más lento de lo esperado. EFE