Bruselas, 13 may (EFE).- El presidente de la Comisión Europea
(CE), Jose Manuel Barroso, pidió hoy un desarrollo "a tiempo y
consistente" de los compromisos adoptados en el seno del G-20 para
reformar el sector financiero, incluida una tasa a la banca que
desincentive la asunción de riesgos y contribuya a sufragar los
gastos ocasionados por el sector en futuras crisis.
Barroso hizo hoy esta recomendación en una carta que envió al
presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y el presidente del
Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, en la que sugiere las líneas
prioritarias que Europa debería defender en la próxima cubre del
G20, que se celebrará en Toronto los días 26 y 27 de junio.
"Los sucesos de las últimas semanas han mostrado una vez más lo
interconectados que se han vuelto los mercados y las economías. El
G20 continúa siendo un vehículo clave para que la UE puje por una
agenda que afronte estos restos y comprometa a nuestros socios
internacionales a hacer lo mismo".
En esta línea, Barroso también desea que los líderes europeos
busquen fijar unos principios sobre la remuneración de los
directivos y unos estándares para examinar la convergencia entre las
distintas economías.
"En la Unión Europea, la Comisión Europea está preparada para
proporcionar las propuestas de reforma que faltan de manera que el
Consejo pueda fijar un objetivo político y las medidas puedan
adoptarse a finales de 2012. Deberíamos presionar para lograr la
reciprocidad de nuestros socios", dice el comunicado enviado hoy por
el Ejecutivo comunitario.
En su misiva, el dirigente del Ejecutivo comunitario resume en
cinco puntos las iniciativas que deberían gobernar la posición común
europea.
Además de los relacionados con el sector financiero, Barroso pide
"progresos sustanciales" en las negociaciones para acordar un
"ambicioso paquete de reformas" del Fondo Monetario Internacional en
noviembre.
Asimismo, pide que se fijen los principios para la salida de la
crisis, "una tarea que la Unión Europa ya ha realizado por su
parte", tomando en consideración las distintas circunstancias
nacionales y regionales.
En segundo lugar, solicita que se progrese en la emisión de
recomendaciones por países dentro de las iniciativas del G20 para
lograr un crecimiento económico sostenible.
A su juicio, esto debe hacerse "teniendo muy en cuenta la
dimensión europea y de la zona euro", manteniendo los objetivos
contenidos en la estrategia económica de la UE para la próxima
década y los compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que
obligan a los estados de la UE a mantener su déficit público por
debajo del 3% del PIB.
Por último, desea dar impulso a los objetivos del milenio, así
como la lucha contra el cambio climático de cara a la cumbre de
Cancún.
Los líderes de la Unión Europea tienen previsto trabajar en la
definición de una postura común con la que acudir a la cumbre del
G-20 en la próxima reunión de dirigentes europeos prevista para el
17 de junio en Bruselas. EFE