Bruselas, 12 sep (EFE).- El primer ministro belga, Herman Van
Rompuy, ha anunciado que continuarán los esfuerzos por llegar a un
acuerdo con el fabricante de recambios Magna -al que General Motors
anunció que venderá el 55% de su filial europea- para evitar el
cierre de la fábrica de Opel en Amberes.
Van Rompuy aseguró en un comunicado difundido anoche que "el
acuerdo definitivo aún no ha sido cerrado", por lo que el gobierno
federal seguirá apoyando los esfuerzos del Ejecutivo flamenco en las
negociaciones con Magna.
Según el primer ministro, en los próximos días será fundamental
hacer hincapié en las ventajas que la fábrica de Amberes implicaría
para Magna.
En este contexto, recordó que el Gobierno ha tomado importantes
medidas de apoyo al sector del automóvil en Bélgica como la
reducción de impuestos en virtud de un acuerdo interprofesional, así
como numerosas herramientas anti-crisis, entre ellas, la mejora de
las condiciones del desempleo temporal.
El democristiano confirmó que también continuarán los contactos
con la Comisión Europea y el Gobierno alemán y recordó que Bélgica
ya remitió una carta a Bruselas para pedirle que vigile el respeto
de la legislación comunitaria en el caso Opel a fin de evitar
cualquier forma de proteccionismo.
El Ejecutivo comunitario, por su parte, anunció ayer que
controlará la venta de Opel y recalcó que las ayudas públicas que
puedan acordar algunos países no deben condicionarse al
mantenimiento de la producción en sus territorios.
La fábrica de Amberes tiene 2.600 trabajadores, pero su cierre
supondría la pérdida de entre 4.000 y 5.000 puestos de trabajo
directos e indirectos, según la federación de empresas tecnológicas
Agoria. EFE