Fráncfort (Alemania), 15 sep (EFE).- El productor alemán de
vehículos de lujo BMW ve un conflicto de intereses con el productor
de componentes austríaco-canadiense Magna, una vez que éste comprara
parte de Opel, por lo que estudiará su relación comercial.
En este sentido, el director de Finanzas de BMW, Friedrich
Eichiner, dijo en el Salón del Automóvil de Fráncfort que "hasta
ahora teníamos una colaboración muy buena con Magna", pero tras la
adquisición de Opel la situación ha cambiado.
"Debemos reflexionar sobre qué tecnología dejamos en manos de un
competidor", explicó Eichiner, quien también consideró que la
separación efectiva del negocio de producción y del de suministro de
componentes es "difícil". Por ello se produce un conflicto de
intereses, según BMW.
El fabricante alemán Volkswagen, el mayor de Europa, también ha
manifestado preocupación por la entrada de Magna en Opel. EFE