La Paz, 9 sep (EFE).- El Gobierno de Bolivia no descarta reclamar
una compensación a los empresarios mexicanos y bolivianos a los que
expropió la semana pasada sus acciones en una firma cementera,
anunció hoy el vicepresidente Álvaro García Linera.
El funcionario señaló que el Ejecutivo hará un estudio para
"conciliar" lo que han ganado y pagado los expropiados, "y lo que
valen" ahora las acciones que tenía la Sociedad Boliviana de Cemento
(Soboce) en la firma mixta Fancesa, de la región sureña de
Chuquisaca.
Al comentar la indemnización que piden los empresarios, Linera
dijo: "Hay que conciliar cuentas y ver qué vamos a hacer luego para
reponer, devolver algo de dinero, o más bien pedir que nos den más
dinero a nosotros".
En Soboce, principal productora de cemento del país, tiene el 51%
del capital un grupo de inversores bolivianos encabezados por el
político opositor Samuel Doria Medina y 47% el Grupo de Cementos
Chihuahua.
Morales expropió las acciones de Soboce en Fancesa en beneficio
de la gobernación de Chuquisaca, dirigida por el oficialista Esteban
Urquizo.
Doria Medina, líder de la centrista y minoritaria Unidad Nacional
(UN), compró en 1999 el 33% de las acciones de la estatal Fancesa
por 26 millones de dólares y ahora esa participación se cotiza en 80
millones.
Linera dijo que ese paquete accionarial "pasó de manera muy rara
y muy maliciosa a manos privadas", y sostuvo que la expropiación "es
un acto de justicia" porque no afectó a alguien que construyó una
empresa, sino que se recuperó "lo que fue construido con el dinero
de los bolivianos".
Añadió que nadie debe "alarmarse" porque el presidente Evo
Morales "recupere las acciones que eran del Estado", pues una de sus
promesas electorales fue la "nacionalización" de las empresas que
fueron privatizadas en la década de los noventa.
Según Doria Medina, Fancesa ganó en la última década 100 millones
de dólares, de los cuales 20 millones fueron para Soboce y el resto
se quedó en Chuquisaca. EFE