La Paz, 26 oct (EFE).- La economía de Bolivia registrará el mayor
crecimiento en América Latina este año con una tasa de al menos un
3%, según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI)
presentado hoy en La Paz.
El análisis del FMI sobre perspectivas económicas regionales tras
la crisis financiera, titulado "Se evitó la crisis: ¿qué sigue
ahora?", muestra que 12 países de América Latina y el Caribe
registrarán tasas positivas de crecimiento en 2009, frente a otros
22 cuyas economías se contraerán este año.
Sin embargo, el ministro boliviano de Economía y Finanzas
Públicas, Luis Arce, anticipó que el Gobierno de Evo Morales no va a
aplicar "las recetas" o recomendaciones hechas por el FMI en dicho
informe.
El informe muestra que la economía mexicana será la que menos
crecerá en esta gestión, con una contracción del 7,5%.
El asesor principal en el Departamento del Hemisferio Occidental
del FMI, Gilbert Terrier, señaló que "en el tope" de los países que
crecerán este año está Bolivia, "donde al final la crisis económica
no impactó tanto y en el cual las políticas económicas han permitido
suavizar el impacto de la crisis global".
Destacó que el ahorro logrado por el país durante el período de
expansión le permitió aplicar durante la crisis "una política fiscal
contracíclica" que incluyó una mayor inversión pública para fomentar
la demanda interna y la protección social.
Terrier también resaltó el nivel de reservas internacionales
alcanzado por Bolivia, su inflación controlada y el proceso interno
para fomentar un mayor uso de la moneda nacional.
La principal divergencia entre el FMI y el Gobierno de Morales
radica en el papel que debe cumplir el Estado en la economía una vez
superada la crisis.
"Nosotros no creemos que el Estado sólo tiene que intervenir
donde hay problemas como estos (...) Consideramos que el Estado debe
ser el actor más importante de la economía de un país", sostuvo el
ministro boliviano.
Una de las recomendaciones del FMI en su informe es que se
retiren los estímulos fiscales implementados a través de la política
del gasto en las economías de la región.
Arce señaló que Bolivia "no aplicará la receta del FMI, pues los
estímulos fiscales son parte del nuevo modelo (económico) que se
está aplicando" en el país.
"Bolivia, como país, debe mantener una relación armónica (con el
Fondo), aunque también mantenemos nuestras diferencias con el FMI,
no solamente en materia de políticas económicas sino también por
principios y fundamentos ideológicos", dijo.
Terrier consideró que es normal que los países tengan sus propias
posiciones sobre el manejo económico y aclaró que el FMI "no está
para dictar políticas o para decir lo que hay que hacer", sino para
asegurarse de que las naciones trabajan por el crecimiento mundial.
La proyección inicial del FMI era que el país alcanzaría un
crecimiento de 2,2% este año, en tanto que el Ejecutivo boliviano
calcula un 4%.
La institución proyecta que Bolivia crecerá en 3,5% en 2010 y que
su inflación oscilará entre 3% y 4%. EFE