Montevideo, 9 nov (EFE).- La planta de celulosa de Botnia, que
genera el peor enfrentamiento en décadas entre los Gobiernos de
Argentina y Uruguay, cumple hoy dos años de actividad con nuevas
acusaciones de contaminación por parte de expertos argentinos.
En un estudio realizado por el director del Laboratorio de
Química Ambiental de la Universidad Nacional de La Plata
(Argentina), Juan Carlos Colombo, y difundido este fin de semana por
el diario argentino Página 12, se indica que la fábrica de celulosa
de la empresa finlandesa Botnia emite nonilfenol en las aguas del
río Uruguay, frontera natural entre ambos países.
Esta es una sustancia química que "en altas dosis puede alterar
el sistema hormonal tanto de las personas como de mamíferos y
peces", afirmó el diario argentino en su versión digital.
Sin embargo, fuentes de la Dirección Nacional de Medio Ambiente
(DINAMA) del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y
Medio Ambiente de Uruguay dijeron hoy a Efe que la planta de
celulosa "no usa nonilfenol" y "eso fue demostrado" por los
delegados de Uruguay en el juicio que Argentina sigue contra el
Gobierno de Montevideo en la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
de La Haya.
"Eso fue algo que Argentina ya dijo (frente a la CIJ) y Uruguay
lo contestó. Se está inflando un tema que ya es parte del pasado",
afirmó dicha fuente.
La planta de Botnia fue puesta en marcha en noviembre de 2007 en
la localidad uruguaya de Fray Bentos, a 380 kilómetros de Montevideo
y a orillas del río Uruguay, que separa a ambos países, y generó el
peor conflicto en décadas entre los Gobiernos de Uruguay y
Argentina, que acusa al país vecino de daños al medio ambiente de la
zona.
El asunto fue llevado a la Corte de La Haya, donde se celebraron
varias audiencias, las últimas entre los pasados 14 de septiembre y
2 de octubre, y donde está previsto que el juicio finalice durante
el primer cuatrimestre de 2010.
Este último informe de expertos argentinos "arroja contundentes
pruebas" de que la fábrica de celulosa está emitiendo nonilfenol,
una sustancia "prohibida en la Unión Europea desde 2005", indicó el
diario Página 12.
Aseguró, además, que el conocimiento de la existencia de este
estudio motivó las acusaciones vertidas contra Argentina por el
Gobierno uruguayo, que afirmó que ese país "manipuló datos" frente a
la CIJ.
El Gobierno argentino tachó de "inaceptables" e "inoportunas"
esas acusaciones, recogidas en un informe presentado por los
delegados uruguayos durante el juicio y en el que se señala que
"Argentina recurrió a afirmaciones contradictorias con la realidad,
a sesgar y manipular datos y a la adulteración de documentos".
Entre tanto, continúan las protestas de vecinos y piqueteros de
la localidad argentina de Gualeguaychú, que ayer volvieron a
manifestarse en el puente internacional General San Martín, que une
a esa localidad con la uruguaya Fray Bentos y que permanece
bloqueado de forma ininterrumpida desde hace tres años como medida
de rechazo a la construcción y el funcionamiento de Botnia.
En la marcha, representantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental
de Gualeguaychú leyeron proclamas en las que se afirmó "el olor de
Botnia es contaminación" y "solamente los ignorantes o los corruptos
pueden decir que Botnia no contamina", informó la prensa local. EFE