Washington, 3 jun (EFE).- British Petroleum (BP) logró cortar hoy
la tubería subterránea por la que fluía petróleo al Golfo de México
e intentará colocar ahora una caja para recolectar el carburante
sobre el orificio abierto y transportarlo después a la superficie.
La tubería estaba conectada al sistema de prevención de
explosiones (BOP), un complejo entramado de válvulas que debería de
haber sellado el pozo por el que fluye carburante desde hace 45 días
cuando se produjo el accidente en la plataforma operada por BP.
Se trata, al igual que ha ocurrido con los intentos previos para
contener el derrame, de una operación con un final incierto, aseguró
hoy en rueda de prensa el comandante de la Guardia Costera
estadounidense, Thad Allen.
El comandante indicó que el corte en la tubería fue irregular
debido a problemas iniciales con la sierra operada a control remoto
lo que podría dificultar la colocación de la caja para recoger los
cientos de miles de litros de crudo que contaminan el Golfo.
"Tendremos que ver cuando se instale la capucha lo efectiva que
es", apuntó Allen, quien describió lo ocurrido hoy como "un
significativo paso adelante".
BP ha advertido que aunque el sistema funcione no se detendrá por
completo el derrame de petróleo.
La solución definitiva no llegará hasta que finalicen las labores
para excavar dos pozos alternativos con los que se interceptará el
crudo que mana al mar, pero la operación podría prolongarse hasta
agosto lo que exacerbaría el ya enorme desastre ecológico actual.
Mientras tanto, el consejero delegado de BP, Tony Hayward,
reconoció en una entrevista hoy con el diario The Financial Times
que la empresa no estaba preparada para un evento catastrófico como
este.
El ejecutivo calificó de crítica "totalmente justa" el decir que
la compañía no estaba lista para un derrame en las aguas del Golfo
de México, donde exploraba un pozo a 1.500 metros de profundidad.
"Lo que es indudablemente cierto es que no teníamos las
herramientas necesarias" para hacer frente a la situación, reconoció
el ejecutivo.
La multinacional accedió hoy a costear los 360 millones de
dólares que costará erigir barreras de arena para proteger los
pantanos del estado de Luisiana de los efectos del derrame.
BP dice haber gastado ya unos 990 millones de dólares en los
esfuerzos de contención, limpieza y distintas compensaciones por la
catástrofe.
El vertido ha llevado, además, a las acciones de BP a perder una
tercera parte de su valor en Bolsa e hizo que las agencias de
calificación de riesgo Fitch y Moody's rebajaran hoy la calificación
que asignan a la petrolera.
Hayward tiene previsto participar mañana en una rueda de prensa
para hablar sobre la situación financiera de la compañía.
En medio del desastre, la Casa Blanca anunció hoy que el
presidente Barack Obama volverá mañana a la costa del Golfo, en
Luisiana, la zona más afectada por el derrame de petróleo.
Esta será la tercera visita que realiza Obama a la zona en algo
más de un mes.
Mientras tanto grupos de activistas organizados en torno a la
campaña "Seize BP" iniciaron hoy una semana de manifestaciones en 50
ciudades del país para protestar por la situación en el Golfo y
pedir que se incauten los activos de la multinacional.
El derrame en el Golfo de México comenzó el 20 de abril a raíz de
la explosión en una plataforma operada por BP que se hundió dos días
después y en la que murieron once trabajadores. EFE