Washington, 1 jun (EFE).- British Petroleum (BP) puso hoy en
marcha una nueva y arriesgada operación para intentar contener el
derrame en el Golfo de México que, según el Gobierno de EE.UU. y la
propia empresa, podría incrementar temporalmente el flujo de crudo.
La operación en el día 43 del vertido llega después de que BP
admitiera durante el fin de semana el fracaso del procedimiento
conocido como "top kill", con el que la multinacional buscaba
taponar el pozo mediante una inyección de flujos pesados.
El nuevo intento implicará serrar con la ayuda de robots
submarinos la tubería conectada a la parte superior del sistema de
prevención de explosiones (BOP), un aparatoso entramado de válvulas
que no logró sellar el pozo como debería cuando se produjo el
accidente en la plataforma operada por BP el 20 de abril.
A continuación, la multinacional colocará una cúpula sobre el BOP
que, de funcionar según lo esperado, recolectaría el carburante y lo
trasladaría a un barco en la superficie.
El comandante de la Guardia Costera de EE.UU., Thad Allen, dijo
hoy que tras el fracaso del "top kill" se abandonarán los planes
para taponar el pozo y se concentrarán los esfuerzos en intentar
contener el derrame.
Allen informó que podrían ser necesarios tres días más antes de
que BP pueda empezar a bombear carburante a la superficie, asumiendo
que este nuevo intento concluya con éxito.
Advirtió, además, que el serrado de la tubería podría incrementar
temporalmente el derrame de crudo "en hasta un 20 por ciento", una
estimación que también baraja BP.
Carol Browner, asesora en temas energéticos de la Casa Blanca,
describió esa posibilidad como "profundamente preocupante".
Tanto el comandante de la Guardia Costera como Browner recordaron
además que el inicio hoy de la temporada de huracanes del Atlántico
hace que la operación sea más arriesgada.
"Hoy comienza la temporada de huracanes y nos han dicho que va a
ser activa", afirmó Browner, quien señaló que si un huracán golpea
la zona, el barco que tiene que recolectar el crudo no podrá
permanecer en el área.
"Esperamos lo mejor pero nos estamos preparando para lo peor,
trabajando con los gobernadores y las comunidades para darles lo que
necesitan para proteger la costa y restaurar las zonas impactadas",
afirmó Browner.
Mientras tanto, el presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró
hoy que si se demuestra que se violaron leyes en el derrame del
Golfo su Gobierno llevará a los culpables a los tribunales.
En una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca para
abordar los trabajos de una comisión independiente que investigará
el episodio, Obama declaró que los integrantes de ese panel contarán
con todo su apoyo para esclarecer los hechos "nos lleve eso a donde
nos lleve".
La comisión, que se reunió hoy por primera vez en la Casa Blanca,
tendrá como misión investigar las causas del derrame para garantizar
que un episodio similar no se repita.
Obama aseguró que si las leyes actuales no bastan para hacer
frente al desastre, se cambiarán, y si el Gobierno tiene que
endurecer su supervisión, también lo hará.
El fiscal general de Luisiana, Buddy Caldwell, afirmó hoy que el
estado utilizará parte de los 25 millones de dólares de ayuda
recibidos de BP para presentar una demanda por el derrame.
Caldwell no indicó contra quién iría dirigida la demanda que
prepara, aunque como operadora de la plataforma hundida BP se
perfila como el objetivo más probable.
La petrolera dio a Luisiana y otros estados del Golfo un total de
25 millones de dólares para hacer frente a los gastos relacionados
con el derrame.
El anuncio de Caldwell coincide con la primera visita hoy a la
zona del fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, quien
departirá con los responsables de los estados afectados posibles
procesos legales contra las empresas responsables del accidente.
Holder se reunirá hoy con los fiscales de Luisiana, Alabama y
Misisipi.
El Servicio Geológico de EE.UU., una agencia científica del
Gobierno, dijo el jueves pasado que el derrame del Golfo de México
es el peor en la historia de EE.UU. y ha escupido ya entre 71 y 147
millones de litros de petróleo.
La agencia calcula que cada día manan a las aguas del Golfo entre
1,9 y 3,8 millones de litros de carburante. EFE
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