Londres, 27 jul (EFE).- BP sufrió unas pérdidas multimillonarias
en el segundo trimestre del año (19.973 millones de dólares o 15.363
millones de euros) como consecuencia de los gastos derivados del
vertido de crudo en el Golfo de México, una catástrofe ecológica en
la que la petrolera británica negó haber actuado con negligencia.
Se trata de uno de los peores resultados financieros de la
historia empresarial del Reino Unido, que la petrolera atribuyó a
los 32.200 millones de dólares (24.770 millones de euros) en costes
derivados de la limpieza y las indemnizaciones por el vertido.
En un comunicado a la Bolsa de Londres, la compañía informó de
que el futuro de la firma no está en peligro, pero anunció que
venderá activos por valor de 30.000 millones de dólares (23.080
millones de euros) en los próximos 18 meses para compensar estas
multimillonarias pérdidas en su cuenta de resultados.
De no haber sufrido el accidente de la Deepwater Horizon, BP
hubiera tenido entre abril y junio unos beneficios antes de
impuestos de 6.189 millones de dólares (4.755 millones de euros).
Sobre las consecuencias del vertido tras la explosión en abril de
la plataforma petrolífera que costó la vida a 11 personas, BP
informó de que se han presentado 127.400 reclamaciones en demanda de
compensaciones económicas y que por el momento se ha hecho frente al
pago de 243 millones de dólares (186 millones de euros).
La petrolera recordó que se renunció a pagar un dividendo a los
accionistas en el primer trimestre del año y que tampoco se pagará
ese dividendo en el segundo y tercer trimestre de 2010.
El consejo de administración considerará futuros pagos de
dividendos por acciones ordinarias en el año 2011 en el próximo mes
de febrero, cuando se den a conocer los datos financieros
correspondientes al periodo entre octubre y diciembre de este año.
"Esperamos haber pagado la mayoría sustancial de los costes
derivados de la respuesta directa al vertido para finales de año",
manifestó en el comunicado Tony Hayward, en la que posiblemente fue
una de sus últimas declaraciones como consejero delegado de BP.
Hayward admitió no obstante que "probablemente, habrá que hacer
frente a otros costes en los próximos años, incluidas algunas multas
y penalizaciones, compensaciones y gastos judiciales".
Pese a la catástrofe del golfo de México, el consejero delegado
saliente subrayó que "con el taponamiento del pozo hemos alcanzado
un punto de retorno" y aseguró que el negocio de BP sigue siendo
"sólido", lo que significa que la compañía "afronta con robustez sus
responsabilidades para tratar la tragedia del vertido de crudo".
La petrolera confirmó el secreto a voces de que Hayward, objetivo
de todas las críticas en la gestión del vertido, dejará la empresa
el 1 de octubre y será sustituido por el estadounidense Bob Dudley,
hasta ahora al cargo de las operaciones de limpieza en el Golfo.
El ejecutivo británico, de 53 años, se irá con una paga de un
millón de libras (unos 1,1 millones de euros) y con el compromiso de
ser nombrado director no ejecutivo de la compañía rusa TNK-BP, un
negocio conjunto con la petrolera británica.
Hayward afirmó que el vertido es una tragedia terrible sobre la
que siempre sentirá "una profunda responsabilidad" y consideró
"correcto" que la empresa trate de superar lo ocurrido a partir de
ahora con "una nueva fase y un nuevo liderazgo".
El presidente de BP, Carl-Henric Svanberg, destacó la labor de
Hayward en sus tres años como consejero delegado y explicó que el
cálculo de los costes derivados del vertido se hizo desde el
convencimiento de que no se cometió una negligencia grave.
"Es un desastre y hay muchos costes asociados. Esta es la primera
vez que ofrecemos una estimación, y esta estimación se basa en
nuestra creencia de que no somos gravemente negligentes", dijo.
En declaraciones a la BBC, Svanberg señaló que se ha llegado a
esta conclusión tras los informes elaborados por los servicios
jurídicos de la empresa, que consideran poco probable que BP pueda
ser objeto de querellas por un delito de negligencia en el futuro.
EFE