Londres, 4 jun (EFE).- La petrolera British Petroleum (BP)
intentará hoy mediante una teleconferencia tranquilizar a los
inversores sobre los eventuales peligros para su posición financiera
que suponen los esfuerzos hasta ahora infructuosos por detener el
derrame de petróleo en el Golfo de México.
El consejero delegado de BP, Tony Hayward, y el presidente de la
petrolera británica, Henri Svanberg, celebran esta tarde la
teleconferencia destinada a inversores y analistas en la que
explicarán su respuesta al desastre del Deeptwater Horizon.
Según publica hoy el diario Financial Times, ambos insistirán en
que la empresa cuenta con recursos económicos suficientes para
sufragar los trabajos de limpieza y compensar a todos los afectados
por el derrame.
Queda abierta, sin embargo, la posibilidad de que la compañía
deje de pagar o reduzca al menos sus dividendos en reacción a las
fuertes presiones políticas de EEUU, añade.
Según Alex Stexart, de Evolution Securities, es muy probable que
BP se someta a las presiones políticas de EEUU y suspenda el pago de
dividendos en lo que queda de año.
Las agencias de calificación de riesgo Moody's y Fitch rebajaron
el jueves la calificación de la empresa - de Aa1 a Aa2, la primera,
y de AA+ a AA, la segunda-, y no descartaron volver a hacerlo.
Según la fuente, Hayward y Svanberg harán hincapié esta tarde en
la capacidad de la compañía para asumir los gastos derivados del
derrame, que se prevé que se elevarán a 20.000 millones de dólares.
Se espera que BP tenga este año un beneficio después de impuestos
de unos 21.000 millones de dólares, con lo que puede teóricamente
cubrir el pago de dividendos e intereses además de realizar su
programa de inversiones si el precio del barril no baja de los 60
dólares.
Al margen de la teleconferencia, BP informará hoy al círculo de
asesores del primer ministro británico, David Cameron, sobre el
derrame y los trabajos para contenerlo.
Según el diario The Times, BP ofrecerá a Cameron la misma
información confidencial sobre la explosión original y las
operaciones de limpieza que dio antes al presidente de EEUU, Barack
Obama, con quien el primer ministro se reunirá la próxima semana en
Washington.
No se cree, sin embargo, señala el diario, que BP vaya a pedir a
Cameron que intervenga ante la Casa Blanca para intentar calmar a
Obama, que no ha ocultado su irritación con la compañía británica.
"BP es una empresa estratégicamente importante y es lógico que se
tenga informado al primer ministro", dijo una fuente al periódico.
La Casa Blanca anunció anoche que el Gobierno de EEUU enviará a
BP una primera factura de 69 millones de dólares por las tareas de
limpieza, que la compañía debe pagar antes del próximo 1 de julio.
EFE