Río de Janeiro, 15 sep (EFE).- El Gobierno brasileño tomará
medidas para contener la apreciación del real y evitar la pérdida de
competitividad con otros países que han desvalorizado sus divisas
"artificialmente", dijo hoy el ministro brasileño de Hacienda, Guido
Mantega.
"Estamos atentos. No podemos permitir que otras monedas
artificialmente desvalorizadas nos ganen espacio", dijo el director
de la política económica del Gobierno en un acto con empresarios en
Río de Janeiro.
Sin citar medidas concretas, Mantega reiteró que Brasil "no se va
a quedar quieto" ante las iniciativas en este sentido que, según él,
han emprendido los países asiáticos, Estados Unidos y Europa.
"Japón hizo un movimiento fuerte para impedir la valorización del
yen, pero parece que es algo orquestado con otras economías
asiáticas. Lo que está por detrás de eso no lo sabemos, pero hay una
predisposición asiática para mantener las monedas desvalorizadas",
analizó.
El Ministerio japonés de Finanzas ordenó hoy por sorpresa una
venta masiva de yenes y compra de dólares que llevó a esta moneda a
revertir la tendencia que había llevado a la divisa del país
asiático a niveles récord en 15 años.
En Brasil, el real encadenó ayer diez jornadas de subidas
consecutivas, que llevó al dólar a cambiarse por 1,708 unidades en
el tipo de cambio comercial, un valor récord este año.
Después de la maniobra de Japón, el real invirtió la tendencia de
las últimas jornadas y perdió terreno frente al billete verde,
aunque los propios economistas del Gobierno temen que la moneda
brasileña prosiga su senda alcista.
En un discurso la semana pasada, Mantega explicó que se está
registrando un "fuerte" ingreso de capitales extranjeros en Brasil
por factores especulativos, por el alto volumen de crédito en el
mercado interno y por la inminente ampliación de capital de la
petrolera Petrobras.
La fortaleza del real es uno de los principales factores que
explican la abrupta caída del superávit comercial que está
experimentando Brasil este año.
Entre enero y agosto, el país acumuló un superávit de 11.673
millones de dólares, valor un 41,3% inferior al del mismo período de
2009, según los datos oficiales más recientes.
Este balance refleja el rápido crecimiento de las importaciones,
que se dispararon un 45,7% en estos ocho meses frente al peor ritmo
de las exportaciones, que han aumentado un 28% con el lastre de un
real caro, que encarece los productos brasileños. EFE