Washington, 23 abr (EFE).- Brasil se manifestó escéptico hoy
sobre la aplicación de nuevos impuestos al sector financiero,
propuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la reunión
del G-20, y dijo que Rusia, India y China tampoco los apoyan.
El ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, dijo que su
país, como los otros miembros del llamado Grupo BRIC (Brasil, Rusia,
India y China) comparten la misma opinión negativa con respecto a
los gravámenes.
"Nosotros creemos que son más adecuados para las economías que
tuvieron pérdidas financieras por la actuación de los bancos",
explicó a la prensa en la sede del FMI tras el encuentro del G-20,
en el que Brasil participó junto con los principales países
desarrollados y en desarrollo.
Mantega dijo oponerse a una primera tasa propuesta por el FMI,
cuya meta, según explicó, es recuperar las ayudas otorgadas a la
banca durante la crisis financiera.
También afirmó que en la cumbre se habló de un segundo impuesto
para reducir la toma de riesgos y en ese sentido dijo que Brasil
"tal vez" lo aceptaría, aunque recalcó que su país prefiere
desincentivar ese comportamiento exigiendo a los bancos mantener más
reservas.
"El incremento de los aportes de capital ya es una especie de
tasa sobre el capital financiero", pues a los bancos les cuesta
dinero dejar fondos paralizados como reservas, explicó.
El Fondo propuso al G-20 la creación de un impuesto que
inicialmente pagarían todas las entidades financieras por igual y
que posteriormente variaría según el nivel de riesgo asumido por
cada una.
Los ingresos se acumularían en un fondo para pagar por futuros
rescates de la banca o entrarían como ingresos corrientes a las
arcas públicas.
El segundo impuesto gravaría los sueldos y bonificaciones que
pagan las entidades financieras, así como sus beneficios.
El G-20 se reunió el mismo día en el que Grecia pidió formalmente
un programa de ayuda a la zona euro y al FMI para hacer frente a sus
problemas fiscales, pero la discusión sobre el tema fue muy escasa
durante el encuentro, dijo Mantega.
El Grupo destacó en su comunicado que la economía mundial se
recupera más rápidamente que lo previsto y Mantega señaló que Grecia
"no tiene el tamaño suficiente para amenazar ese proceso".
En la reunión también se trató la redistribución del voto en el
seno del Fondo, después de que el G-20 pidiera en septiembre que los
países ricos transfirieran por lo menos un 5 por ciento de su poder
en los órganos de Gobierno a los países en desarrollo "dinámicos"
para enero de 2011.
"El Fondo está avanzando incluso más rápido que lo que
imaginábamos", dijo Mantega, quien afirmó que ya se negocia cómo
distribuir el 5 por ciento del voto entre los distintos países.
"Podremos tener la reforma lista para noviembre de este año",
señaló. EFE