Madrid, 13 ene (EFE).- El presidente de Repsol YPF, Antonio
Brufau, someterá el viernes su gestión a la ratificación del Consejo
de Administración, convocado con carácter extraordinario, para
acabar con la incertidumbre generada por las críticas de Luis del
Rivero, presidente del principal accionista de la petrolera, Sacyr.
Los analistas consultados por Efe consideran de vital importancia
la convocatoria del próximo viernes para despejar el futuro de la
dirección de la compañía y poner fin a los continuos rumores sobre
la lucha de poderes en la petrolera.
De hecho, la convocatoria extraordinaria del Consejo llega
después de que varios medios de comunicación afirmaran hoy que los
máximos accionistas de la petrolera, Sacyr Vallehermoso (20,01%) y
La Caixa (14,12%), estudian buscar un sustituto para Brufau por
estar en desacuerdo con su gestión.
Las discrepancias entre Brufau y Del Rivero en torno a la gestión
de la petrolera se han hecho notorias en los últimos meses tras la
decisión del primero de recortar el dividendo a cuenta de 2009 un 19
por ciento para adecuarlo a los menores beneficios y a las
necesidades de inversión de la compañía.
Fuentes del accionariado consultadas por Efe añaden que Del
Rivero, preocupado por las dificultades financieras de Sacyr
Vallehermoso, critica también que Brufau haya dejado pasar la
oportunidad de vender la filial argentina YPF a varias compañías
chinas que presentaron ofertas, así como que pretenda mantener las
inversiones a pesar de la caída de los resultados.
Fuentes de Sacyr Vallehermoso consultadas por EFE eludieron hacer
comentarios sobre la convocatoria extraordinaria del Consejo, si
bien otras fuentes del sector aseguraron que, si Brufau ha decidido
someter su gestión y su persona al juicio de los consejeros de
Repsol, es porque confía en salir reforzado y porque cuenta de
antemano con apoyo suficiente.
El orden del día de la reunión del Consejo establece como puntos
principales la "ratificación en la gestión de la compañía a través
del grado de cumplimiento de su Plan Estratégico" y la "ratificación
de la gestión del presidente ejecutivo -Brufau- y confirmación de su
cargo".
El máximo órgano de dirección de la principal petrolera española
estudiará también el "grado de cumplimiento por parte de los
consejeros de sus obligaciones de Gobierno Corporativo", con el
objetivo -según fuentes del sector- de acabar con las filtraciones a
la prensa de los asuntos que atañen al Consejo, cuyas deliberaciones
deben ser secretas.
Algunos expertos aventuraron que el presidente del grupo
constructor y de servicios no pediría la dimisión de Brufau por
temor a quedar en minoría, ya que Sacyr sólo cuenta con tres de los
16 puestos del organismo -Del Rivero, Juan Abelló y José Manuel
Loureda-, del que también forman parte ocho independientes, dos
consejeros en representación de La Caixa y uno en nombre de la
mexicana Pemex.
Por su parte, fuentes de La Caixa consultadas por Efe no
anticiparon la posición que adoptarán sus dos consejeros, por
"respeto al Consejo de la petrolera", pero recordaron que la caja
"siempre han mantenido una posición de apoyo a las propuestas que la
dirección de Repsol ha presentado" ante este organismo.
Los analistas consultados por Efe valoraron la decisión de Brufau
de someter su gestión y su cargo al Consejo para poner fin a la
incertidumbre que pesa sobre el futuro de la principal petrolera
española, a la vez que valoraron su gestión y su apuesta por
mantener las inversiones que requiere el negocio petrolero.
Natalia Aguirre, de Renta 4, destacó que el Consejo
extraordinario servirá para "despejar dudas", ya sea por la
ratificación de Brufau o por su salida de la compañía, si bien
advirtió de que "al mercado no le gustaría un cambio de estrategia"
que antepusiera la venta de activos al plan estratégico.
El analista de Intermoney Álvaro Navarro opinó que si se ha
convocado el Consejo es porque los accionistas mayoritarios están
dispuestos a ratificar a Brufau, a la vez que remarcó que a Sacyr no
le interesa que Repsol se descapitalice.
Desde Ahorro Corporación, José Martín, coincidió en la necesidad
de despejar el futuro de la compañía, independientemente de lo que
decidan sus accionistas, porque la incertidumbre no le beneficia.
Las acciones de Repsol YPF, que bajaron hoy en la sesión bursátil
el 0,37 por ciento y cerraron a 18,60 euros, fueron las terceras más
negociadas en la Bolsa española, ya que los inversores
intercambiaron 12,98 millones de títulos por cerca de 242 millones
de euros. EFE