Bruselas, 28 abr (EFE).- La Comisión Europea aprobó hoy su
propuesta para promover el uso de vehículos verdes en la Unión
Europea, en la que evita dar prioridad a la implantación del coche
eléctrico frente a otras opciones, como pedía una mayoría de países
encabezados por España, que ostenta la presidencia de turno europea.
"El coche eléctrico es el que ha generado un mayor consenso. Pero
Reino Unido y República Checa están a favor de un abanico más amplio
de opciones y yo creo que las dos cosas no están en contradicción",
argumentó el comisario de Industria, Antonio Tajani, en la rueda de
prensa que ofreció esta mañana para presentar su plan.
Tajani recordó que "muchos países han apostado de manera abierta
por el coche eléctrico", como Dinamarca, Francia, Alemania, Portugal
y la presidencia española, cuya acción de gobierno respaldó durante
su visita oficial a España; pero consideró que este apoyo no está en
contradicción con "la posibilidad de contemplar otras opciones".
El comisario italiano argumentó que "hay que dar libertad al
mercado para que sea él el que decida qué modelo prefiere" y
descartó que la falta de consenso sobre un modelo vaya a ralentizar
el desarrollo del coche verde en Europa, frente a los competidores
en Estados Unidos y los países emergentes.
"No creo que valorar distintas opciones sea malo o nos ponga en
un aprieto frente a China y otros competidores", aseveró Tajani.
Sin embargo, "dado que los vehículos eléctricos (incluidos los
híbridos) están ya listos para una comercialización a gran escala" y
podrían comenzar a venderse en 2011, la comunicación de la Comisión
Europea (que aún debe ser respaldada por los Veintisiete) anuncia
varias acciones orientadas a desarrollar esta tecnología.
Entre ellas, destaca garantizar los estándares de seguridad de
los vehículos, promover la investigación sobre el reciclaje de las
baterías, estandarizar los métodos de carga en toda la Unión
Europea, promover la instalación de puntos de carga en el
continente, así como redes eléctricas capaces de soportar esta carga
a gran escala.
El objetivo de esta y otras medidas es "consolidar la
competitividad de la industria automovilística europea, vinculándola
a las tecnologías limpias" para combatir el cambio climático,
reducir la dependencia europea del petróleo y revitalizar el tejido
industrial, en línea con las metas contenidas en la estrategia
europea para la próxima década, conocida como "UE 2020".
Según estimaciones del Ejecutivo comunitario, el parque mundial
de coches pasará desde los 800 millones actuales a los 1.600 en
2020, que subirán hasta los 2.500 millones en 2050.
"Los vehículos eléctricos podrían continuar teniendo un pequeño
porcentaje del mercado en el futuro próximo, pero se espera que las
ventas se expandan en cuanto mejore la tecnología de las baterías",
que actualmente es uno de sus principales problemas, según dice la
comunicación publicada hoy.
Los estudios comunitarios prevén que el automóvil de baterías
eléctricas ostente entre el 1% y el 2% del mercado en 2020; pero se
incremente hasta el 11% o el 30% en 2030; mientras que el coche que
se recarga enchufado en la red subirá desde un 2% de cuota de
mercado en 2020 hasta entre el 5% y el 30%.
La promoción del coche eléctrico fue una de las prioridades
marcadas por España en el área industrial al inicio de la
presidencia de turno de la Unión Europea, en enero pasado.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha hecho de este
asunto su principal caballo de batalla tanto en sus visitas a
Bruselas, como en el consejo informal de Industria que se celebró en
San Sebastián en febrero pasado. EFE