Atenas, 27 sep (EFE).- Camioneros, ferroviarios y médicos griegos
mantendrán esta semana una serie de protestas y huelgas contra
diversas medidas del Ejecutivo socialista para intentar reducir la
creciente deuda del país mediterráneo.
Los transportistas mantendrán por segunda semana consecutiva los
paros contra la liberalización del sector que están provocando
serios problemas de abastecimiento de productos básicos en el norte
del país y en algunas islas.
Por su parte, los empleados de la empresa estatal de
ferrocarriles protagonizarán hoy tres paros de tres horas de
duración cada uno, que van a afectar a decenas de conexiones en el
interior del país y hacia el extranjero.
El servicio se interrumpirá también el miércoles entre las 09.00
y las 14.00 GMT en la línea que conecta el aeropuerto de Atenas con
la ciudad.
Los trabajadores protestan contra un proyecto de ley para
privatizar parcialmente la deficitaria empresa y jubilar
anticipadamente o recolocar en otros empleos públicos al 40 por
ciento de la plantilla. Además, el Gobierno quiere reducir los
gastos de administración y elevar el precio de los billetes.
El saneamiento de esta empresa quiere servir como modelo para
reestructuras otras compañías estatales con pérdidas económicas.
Los médicos de los hospitales públicos han anunciado una huelga
de 24 horas para el miércoles 29 para exigir cambios en el sistema
nacional de salud, la contratación de 4.000 nuevos facultativos y
una mejora de las pagas para los turnos de guardia.
Las protestan afectarán a la atención médica en los hospitales
estatales de todo el país, en los que se cancelarán las operaciones
y consultas, con excepción de los casos de urgencia.
Además, la Confederación de Trabajadores de Grecia (GSEE), que
representa a un millón y medio de trabajadores, ha convocado a una
protesta para el miércoles ante las oficinas de la Comisión Europea
en Atenas y a una manifestación en el centro de Atenas.
De esa forma, el sindicato se une a la convocatoria de
movilización formulada por la Confederación Europea de Sindicatos.
El estricto plan de ahorro del Gobierno griego pretende reducir
el déficit público hasta el 6,6 por ciento del PIB, frente al 13,6
por ciento registrado en 2009.
La aprobación de recortes salariales, el aumento de la edad de
jubilación y nuevas medidas para combatir la evasión de impuestos
han provocado innumerable protestas y paros y siete huelgas
generales en lo que va de año.
La economía griega se encuentra bajo supervisión de la Unión
Europea y del Fondo Monetario Internacional tras el préstamo de
110.000 millones en tres años concedido para salvar al país
mediterráneo de la bancarrota.
La economía griega sufrirá una contracción de un 4 por ciento
este año, según los últimos datos conocidos. EFE