Julio César Rivas
Toronto (Canadá), 23 jun (EFE).- El Gobierno canadiense, que a
finales de semana será el anfitrión de las cumbres del G8 y G20,
dijo hoy que sus políticas contra el proteccionismo y de reducción
de déficit, que le han permitido ser el país desarrollado menos
afectado por la crisis mundial, son un modelo a seguir.
El ministro de Comercio Internacional de Canadá, Peter Van Loan,
declaró a Efe que "desde el punto de vista del proceso de las
cumbres, y tras la aparición de la crisis económica global, uno de
los aspectos más críticos ha sido la lucha contra el
proteccionismo".
Van Loan añadió que el libre comercio es la solución para
fortalecer la incipiente recuperación económica que se vive en
muchos países y "este es el mensaje que vamos a comunicar durante la
Cumbre del G20" que se celebrará el sábado y el domingo de esta
semana en Toronto.
Van Loan no es el único ministro que está promocionando las
políticas del Gobierno del Partido Conservador del primer ministro
canadiense, Stephen Harper, como el camino a seguir por otros
países.
El lunes, el ministro canadiense de Finanzas, Jim Flaherty,
acudió a Washington para explicar las medidas políticas que han
permitido que Canadá sea el país del G8 mejor parado económicamente.
"Hemos bajado impuestos, invertido en infraestructura y
capacitación e impulsado el apoyo para trabajadores y familias"
afirmó Flaherty.
Un documento distribuido hoy sobre el "Liderazgo Económico
Mundial de Canadá" señala que el país "tenía la posición fiscal más
sólida del G7 en el momento de la aparición de la recesión global,
lo que permitió a Canadá responder rápida y enérgicamente para
estimular la economía".
Según el Gobierno canadiense, la contracción del Producto
Interior Bruto (PIB) real de Canadá durante la recesión del año
pasado fue del 3,4 por ciento, la menor pérdida de todos los países
del G7.
Igualmente, la recuperación económica canadiense se inició en el
tercer trimestre de 2009 impulsada por la demanda doméstica que ha
crecido más rápido, un 3,6 por ciento, que en ningún otro país
desarrollado.
Esto ha permitido que la actividad económica del país sea en
estos momentos prácticamente igual a la que existía antes del inicio
de la recesión y el único país del G7 que a fecha de marzo había
conseguido un aumento interanual del empleo.
En el último trimestre, la economía canadiense creció un 1,5 por
ciento.
Desde julio de 2009, la cifra de empleos ha aumentado en 310.000
puestos, lo que ha permitido recuperar un 75 por ciento de los
empleos que desaparecieron durante la recesión y la tasa de
desempleo se sitúa en la actualidad en el 8,1 por ciento.
Todas estas cifras permiten al Gobierno canadiense presumir del
rendimiento económico del país y alardear de sus políticas
financieras.
"Prácticamente hemos recuperado lo perdido durante el declive
económico de la recesión en un año", presumió Flaherty el pasado
lunes.
Canadá también ha aprovechado las vísperas de las cumbres del G8
y del G20 para incrementar sus perspectivas de crecimiento económico
para este año, que han pasado del 2,6 al 3,5 por ciento.
La sólida posición económica y fiscal de Canadá ha permitido que
Ottawa se haya convertido en una de las principales voces
discrepantes en el panorama internacional.
El Gobierno canadiense ha expresado su completa oposición a la
imposición de un impuesto bancario tal y como proponen los países
europeos.
Flaherty ha señalado que el sector financiero canadiense es
especialmente estable y es un modelo que debería ser adoptado por
otros países que han tenido que ayudar a sus entidades financieras.
Igualmente, en los días previos a la Cumbre del G20 Ottawa se ha
enfrentado a su principal aliado y socio comercial, Estados Unidos.
Harper quiere que el G20 se concentre en reducir rápida y
drásticamente los déficit públicos, lo que considera una prioridad
en la actual coyuntura económica.
"Los países desarrollados tienen que lanzar un claro mensaje de
que a medida que los planes de estímulo terminan deben poner orden
en el terreno fiscal. Esto requiere planes creíbles de consolidación
fiscal", dijo Harper en una carta enviada el pasado 17 de junio a
los líderes del G20.
"Deberíamos acordar que estos planes reducirán a la mitad los
déficit para 2013 y estabilizarán el peso de la deuda sobre el
Producto Interior Bruto (PIB), o les pondrán en un camino
descendente, para 2016. Estos objetivos deberían ser el mínimo, ya
que algunos de nosotros los cumpliremos antes" añadió.
Pero al mismo tiempo, el presidente estadounidense, Barack Obama,
señaló en otra carta al G20 que el énfasis se tiene que situar en
reactivar la demanda para lo que es necesario mantener el gasto
público aun a costa de profundizar los déficit. EFE