Buenos Aires, 21 jun (EFE).- El canje de bonos por unos 18.300
millones de dólares en mora desde 2001 prevé cerrar este martes en
medio del optimismo del Gobierno argentino por el supuesto nivel de
aceptación de la oferta pese al desfavorable contexto internacional.
La prensa local sostuvo hoy, sin embargo, que el Gobierno de
Cristina Fernández decidirá entre hoy y mañana si hay una prórroga
del canje, aunque el ministro argentino de Economía, Amado Boudou,
aclaró el pasado viernes que hasta ese momento no estaba previsto
extender la fecha de cierre.
Fuentes oficiales dijeron al diario El Cronista que Argentina
puede prorrogar el cierre del canje en caso de haber alcanzado el 60
por ciento que busca el Gobierno, con el objetivo de reducir la
deuda pendiente de financiación y las posibilidades de que "fondos
buitre" (inversión especulativa) avancen con sus demandas judiciales
contra el país suramericano.
"Si, por el contrario, no se alcanza el 60 por ciento, plantear
una prórroga o una apertura indefinida sonaría muy parecido a
admitir un fracaso", señalaron portavoces al diario Clarín.
El economista Pablo Tigani, presidente de la consultora Hacer,
explicó a Efe que si el Gobierno tiene "algún indicio de que el
nivel de aceptación puede elevarse sería bueno prorrogar el cierre y
efectuar otro intento ante los acreedores para cerrar este
capítulo".
"Una aceptación mayor al 60 por ciento puede generar un efecto
contagio en otros acreedores que aún no ingresaron al canje. Además,
un nivel elevado de aceptación reduce las posibilidades de que un
juez falle a favor de quienes mantengan sus reclamos judiciales",
evaluó Tigani.
Por lo pronto, el diario Ámbito Financiero indicó hoy que hasta
el jueves pasado habían ingresado al canje 11.100 millones de
dólares, lo que equivale a un 61 por ciento.
Boudou anticipó que entre hoy y mañana se evaluará la evolución
del canje y dijo que "seguramente" informará los resultados el
próximo miércoles.
Por su parte, el secretario de Finanzas de Argentina, Hernán
Lorenzino, expresó la semana pasada en Italia su confianza en que la
oferta de canje de bonos argentinos alcance el 60 por ciento de
adhesión y descartó una extensión del plazo de cierre.
"Esperamos que los obligacionistas y Argentina puedan pasar
página y volver a empezar un camino juntos", sostuvo Lorenzino.
Sin embargo, el argentino Claudio Loser, ex director del
departamento de América Latina del Fondo Monetario Internacional
(FMI), sostuvo que Argentina continuará sin acceso a los mercados
internacionales de capital incluso si cumple sus objetivos con el
canje de reestructuración de deuda.
"Argentina tendrá una deuda en suspensión de pagos de por lo
menos 30.000 millones de dólares, una cantidad extremadamente
grande", sostuvo Loser a la prensa en Washington.
En mayo pasado, el Gobierno anunció que el país había alcanzado
el 45 por ciento de adhesión de parte de la banca y los grandes
acreedores, al cerrarse el primer tramo mayorista de la oferta de
canje.
"Hemos recibido títulos por unos 8.540 millones de dólares,
alrededor de 45 por ciento del total", sostuvo Boudou en aquella
oportunidad.
La oferta de canje involucra bonos en manos de grandes y pequeños
inversores que rechazaron la refinanciación de 2005, con la que
Argentina salió del cese de pagos de 2001, el mayor de la historia
financiera (unos 102.000 millones de dólares).
El cierre de la oferta para los pequeños inversores, la mayoría
de ellos italianos, alemanes y japoneses, ya había sido prorrogado
del 7 al 22 junio.
Argentina ofreció cambiar los bonos en mora por otros a un tercio
del valor nominal de aquellos, pero con un menú que les daría un
valor superior al 50 por ciento, por lo que el éxito de la operación
depende del inestable humor de los mercados internacionales, según
analistas. EFE