Londres, 20 abr (EFE).- El sexto día de cierre casi total del
espacio aéreo acrecentó hoy la situación de caos en el Reino Unido,
adonde tratan de regresar aún decenas de miles de personas mientras
se suceden las quejas de quienes consideran excesivas las
restricciones impuestas al tráfico de aviones comerciales.
La llegada de más ceniza a los cielos de las islas británicas,
después de que el volcán islandés diera un breve respiro en la tarde
del lunes, acabó con las esperanzas de las aerolíneas de volver a
volar hoy con normalidad y sólo un puñado de aviones en el norte de
Inglaterra, Escocia e Irlanda de Norte pudieron despegar.
Tras conocer la previsión de la Oficina Meteorológica, que indica
que el viento sigue empujando la ceniza hacia el Reino Unido, el
Centro de Control del Tráfico Aéreo (NATS) mantuvo las restricciones
para el resto del país hasta las 00.00 hora GMT del miércoles.
El NATS actualizará su evaluación a las 20.00 hora GMT de hoy.
Desde el Gobierno, el primer ministro, Gordon Brown, y el
ministro de Transporte, Andrew Adonis, insistieron en que cualquier
decisión se tomará tomando en cuenta la seguridad de los pasajeros y
en que no habrá una reapertura precipitada del espacio aéreo, pese a
las presiones ejercidas desde diversos sectores.
Esas presiones llegaron por ejemplo del alcalde de Londres, Boris
Johnson, que expresó su preocupación por que las restricciones sean
"indefinidas" y se preguntó "si existe la certeza absoluta de que la
decisión inicial de cerrar el Reino Unido a la aviación comercial
fue la correcta dado el nivel de riesgo existente".
Johnson cuestionó también la capacidad del Gobierno de revisar
esa primera decisión y pidió escuchar a los expertos.
"Las declaraciones que estoy escuchando desde el sector de la
aviación es que están acostumbrados a volar en zonas de volcanes y
que conocen bien los riesgos asociados a una columna de ceniza
volcánica", declaró el alcalde de Londres.
Johnson manifestó que "si realmente es imposible volar y seguimos
teniendo ante nosotros este periodo impredecible de actividad
volcánica en Islandia", entonces habrá que "establecer planes a
largo plazo" y replantearse incluso el actual modelo de aviación.
En las últimas horas fueron muchos los residentes en el Reino
Unido que lograron regresar vía marítima, después de largos viajes
desde distintos puntos del mundo, pero fueron muchos más los que
todavía buscaban rutas alternativas para volver a casa.
La armada británica empezó a repatriar a ciudadanos y el buque
HMS Albion zarpó de Santander (norte de España) con 800 personas a
bordo -500 militares que regresaban de Afganistán y 300 civiles-,
mientras el Gobierno trataba de coordinar desde diversos aeropuertos
de España el regreso en autobús del mayor número de personas.
No obstante, los medios británicos recogieron las quejas de
numerosos ciudadanos que aseguraron que carecen de información y de
apoyo por parte de las autoridades consulares de su país.
Un crucero de lujo también zarpó de Southampton (sur de
Inglaterra) con dirección a Bilbao (norte de España) para recoger a
viajeros, mientras que Eurostar, la línea de tren que une Londres
con el continente, y los ferries que realizan esta misma ruta
reforzaron sus servicios para acelerar las repatriaciones.
Pero el Foreign Office, el ministerio británico de Exteriores,
advirtió de que "dado el alto número de personas afectadas, pasarán
semanas antes de que todo el mundo haya podido ser repatriado".
El ministro de Exteriores, David Miliband, recomendó a las
personas afectadas que presionen a las aerolíneas con las que han
viajado para que les garanticen el alojamiento y la comida.
Los esfuerzos se coordinaron con tour-operadores como Thomas
Cook, cuyo presidente, Manny Fontenla-Novoa, urgió al Gobierno de
Londres a trabajar con el resto de Ejecutivos europeos para
"normalizar cuanto antes el tráfico aéreo" en el continente.
Las limitaciones al tráfico aéreo causaron del mismo modo
problemas a quienes quieren salir del país, como los aficionados de
los dos equipos ingleses que juegan el jueves en las semifinales de
la Liga Europa, el Liverpool y el Fulham, que emprendieron largos
viajes para llegar a tiempo a Madrid y Hamburgo, respectivamente.
Aunque los meteorólogos no esperan un cambio de viento que
impulse la ceniza hacia el Ártico hasta el fin de semana, algunas
aerolíneas expresaron su intención de empezar a operar a partir del
mediodía miércoles, incluso en los aeropuertos de Londres.
British Airways (BA) permitió en las últimas horas la salida de
12 vuelos de larga distancia, procedentes de Asia y América, que
deben llegar a territorio británico en las primeras horas del
miércoles y que, si finalmente no pueden aterrizar en Londres, serán
dirigidos hacia otros aeropuertos nacionales y europeos. EFE