Río de Janeiro, 1 sep (EFE).- El 47,2% de la energía consumida
por Brasil el año pasado fue generada por fuentes renovables,
principalmente hidroeléctricas y combustibles vegetales, según un
estudio divulgado hoy por el Gobierno.
La participación de las fuentes renovables en la matriz
energética del país creció desde el 39,3% en 2001 hasta el 47,2% en
2009, según el estudio "Indicadores de Desarrollo Sustentable" del
estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Las participación de las fuentes no renovables como carbón,
petróleo y gas en la matriz energética brasileña cayó del 60,7% al
52,8% en el mismo período.
Entre las no renovables, las de mayor participación en 2009
fueron petróleo y sus derivados (37,8%), gas natural (37,8%), carbón
mineral y sus derivados (4,8%) y uranio y sus derivados (1,4%).
Al avance de las fuentes renovables contribuyó principalmente el
aumento del uso del etanol de caña de azúcar, combustible que se
convirtió en el más usado por los automóviles particulares del país
y del que Brasil es el mayor productor y exportador mundial.
La participación de la caña de azúcar en la matriz energética
subió desde el 10,9% en 2000 hasta el 18% en 2009, agregó el
informe.
A la expansión de las renovables también ayudaron los nuevos
proyectos para generar energía eólica y solar, y el índice puede
elevarse aún más en los próximos años, cuando entrarán en operación
grandes hidroeléctricas en construcción en la Amazonía.
El estudio agrega que, pese a tratarse de una energía renovable,
la construcción de hidroeléctricas también puede causar daños, como
la inundación de bosques, el cambio del curso de los ríos y el
desplazamiento de cientos de damnificados.
Alerta igualmente sobre los posibles daños ambientales causados
por el aumento de los cultivos de caña para la producción de etanol.
"Es necesario aclarar que la caña de azúcar necesita de grandes
concentraciones de tierra y del uso intensivo de agroquímicos para
ser producida", alega el especialista Judicael Clevelario Júnior,
uno de los autores del estudio.
De acuerdo con el IBGE, el crecimiento de la energía generada por
fuentes renovables está ayudando a Brasil a satisfacer un consumo
cada vez mayor.
Según el estudio, la tasa de consumo de energía por habitante
llegó a 50 gigajoules en 2008, la mayor en la historia del país,
aunque retrocedió hasta 48,3 gigajoules por habitante en 2009 como
consecuencia de la crisis mundial.
(La cantidad de energía de un gigajoule o un millón de joules,
una unidad de medición del uso energético, es equivalente a la de
unos 26,1 metros cúbicos de gas natural, 277,8 kilowatios/hora de
electricidad o 25,8 litros de combustible para calefacción).
Sin embargo, el consumo debe aumentar significativamente este
año, para cuando se prevé un crecimiento de la economía del 7%.
El estudio reveló igualmente que los incendios forestales y la
deforestación de la Amazonía causan el 57,9% del total de las
emisiones de dióxido de carbono de Brasil y ponen al país entre los
diez mayores emisores de gases del efecto invernadero.
La agricultura quedó en segundo lugar entre los mayores emisores
de gases contaminantes, con el 21%, y la energía en tercero (16%)
gracias principalmente al aumento de las fuentes no renovables.
Pese a que el volumen de gases contaminantes emitido por Brasil
creció un 40% entre 1990 y 2005, el ritmo de aumento de las
emisiones viene cayendo.
Mientras que el volumen de gases emitidos creció 8,8% entre 1990
y 1994 al pasar de 1.350 millones de toneladas de dióxido de carbono
equivalentes a 1.480 millones, del 2000 al 2005 el aumento fue del
7,3% al subir desde 2.050 millones de toneladas hasta 2.200
millones.
Los incendios forestales y la devastación de la Amazonía también
han disminuido, según el informe, pues el número de focos de fuego
cayó un 63%, desde los 188.656 detectados en 2007 hasta 69.702 en
2009.
El área desforestada por año en la Amazonía bajó un 74,1%, desde
13.227 kilómetros cuadrados en 1997 hasta 7.088 kilómetros cuadrados
el año pasado. EFE