Nueva York, 2 mar (EFE).- Caterpillar, el mayor fabricante
mundial de maquinaria pesada, se ha comprometido a limitar al máximo
las operaciones comerciales con Irán en las que estén involucrados
sus productos y ha prohibido a sus filiales que acepten cualquier
pedido si saben que este terminará enviándose a ese país.
"Caterpillar ha dado un paso más y ha prohibido a sus filiales no
estadounidenses que acepten cualquier pedido de máquinas, motores o
nuevos componentes de Caterpillar si se sabe que estos serán
enviados a Irán", explicó hoy a Efe un portavoz de la compañía
estadounidense.
Esta empresa responde así al reclamo de la organización Unidos
Contra un Irán Nuclear (UANI) de que interrumpa cualquier relación
comercial con Irán, un país con el que las empresas estadounidenses
tienen prohibido comerciar directamente debido al régimen de
sanciones vigente.
En cualquier caso, Caterpillar insistió hoy en que "la acusación
de que mantenemos amplios negocios con Irán no es acertada", ya que,
según el citado portavoz, la empresa ni siquiera tiene "activos,
operaciones o empleados" en ese país.
Según la UANI, Caterpillar le envió una carta con fecha del
pasado 25 de febrero en la que el presidente y consejero delegado de
la compañía estadounidense, James Owens, reconocía haber realizado
limitadas ventas en Irán a través de filiales extranjeras que venden
a intermediarios independientes, lo que no viola normativa
estadounidense alguna.
Además, y según recordó hoy el citado portavoz, esas ventas no
suponen ni un 0,2% de su facturación mundial y la mayor parte de las
operaciones de compraventa de sus productos que se producen en Irán
no están relacionadas con sus filiales, por lo que escapan a su
control.
"Celebramos la decisión de Caterpillar de prohibir a sus filiales
no estadounidenses que realicen negocios en Irán. Todas las empresas
responsables que realizan transacciones empresariales con Irán de
forma encubierta a través de empresas subsidiarias deberían hacer lo
mismo", aseguró en un comunicado el presidente de la UANI, Mark
Wallace.
En su página web, la UANI tiene un listado de otras empresas que
considera que están manteniendo relaciones comerciales con Irán y a
las que pide que rompan cualquier lazo con ese país, tal y como ya
se comprometieron a hacer empresas como General Electric o Siemens.
El año pasado, durante la celebración del debate anual de la
Asamblea General de la ONU en Nueva York, esta organización
consiguió que el conocido Helmsley Hotel, así como la sala Gotham
Hall y The Jueirah Essex House, se negaran a hospedar al presidente
iraní, Mahmoud Ahmadinejad, o a albergar actos en los que estaba
prevista su presencia. EFE