Bruselas, 11 nov (EFE).- La Comisión Europea impuso hoy multas
que totalizan 173 millones de euros a 11 empresas que participaron
en un cártel para repartirse el mercado de algunos aditivos para la
fabricación de plásticos.
Las mayores sanciones fueron para la suiza Ciba (68,4 millones de
euros en total), la holandesa Akzo (40,6 millones), la
angloestadounidense Elementis (32,6) y la francesa Arkema (del grupo
Elf Aquitaine, 28,6 millones).
El cártel funcionó entre 1987 y 2000, un período en el que las
empresas fijaron precios, compartieron clientes, se repartieron
mercados e intercambiaron información comercial sensible en la
fabricación y venta de "ésteres" y varios tipos de estabilizadores
para plásticos.
Las empresas pusieron en marcha un complicado mecanismo de
reuniones para analizar la evolución de estas operaciones,
encuentros que se celebraban en Suiza, fuera de la UE, para intentar
mantener en secreto estas actividades.
Sin embargo, la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes,
advirtió de que las empresas que pongan en marcha cárteles "no van a
poder escapar" a la acción de las autoridades.
Kroes recalcó, en una conferencia de prensa, que los cárteles
provocan "un gran daño a la economía europea", que se calcula en
varios miles de millones de euros anuales.
Los aditivos para plásticos que fueron el objeto de este cártel
se emplean durante la fabricación de multitud de productos de PVC
(cloruro de polivinilo) como botellas, cubos, envases alimentarios o
tarjetas de crédito, para aumentar la rigidez y la resistencia al
calor de esos artículos.
Kroes recalcó que algunas de las multas se han incrementado
debido a que varias de las empresas son reincidentes en la
integración de cárteles.
El caso comenzó en 2002, cuando la compañía Chemtura notificó a
la CE la existencia del cártel a fin de acogerse a la posibilidad de
la inmunidad que ofrece el Ejecutivo comunitario para quien le
comunique ese tipo de actividades.
A partir de esta denuncia, en 2003 se realizaron inspecciones por
sorpresa en las sedes de las empresas.
Kroes insistió en que, por mucho que las empresas se esfuercen en
esconder sus acciones, "quienes forman un cártel para desplumar a
los clientes europeos no se pueden escapar al castigo". EFE