Bruselas, 16 jul (EFE).- La Comisión Europea (CE) propuso hoy
desarrollar medidas preventivas para paliar posibles crisis de
suministro de gas y defendió diseñar planes de emergencia a escala
nacional y comunitaria a fin de poder reaccionar en caso de que se
produzcan interrupciones graves.
El ejecutivo comunitario teme que las dificultades de Ucrania
para hacer frente a las compras de gas ruso puedan traducirse en
cortes del bombeo hacia Europa, como ocurrió el pasado enero, lo que
pondría en peligro el abastecimiento de los estados miembros más
vulnerables y en evidencia la débil seguridad energética de la UE.
Para evitarlo, la CE pide a los países comunitarios que tomen
medidas para compensar la hipotética ruptura de su principal fuente
de suministro -el gas argelino en el caso de España- con otros
recursos a su alcance, de manera que puedan subsistir durante
sesenta días en condiciones de frío extremas.
"De la crisis de enero se extraen tres lecciones claras: que el
mercado interno es el punto central y la mejor garantía, que la
situación es muy distinta en cada estado miembro y que todos juntos
somos más fuertes", indicó en rueda de prensa el comisario europeo
de Energía, Andris Piebalgs.
Los Veintisiete pueden reforzar su situación mediante la
diversificación de rutas, fuentes de suministro y combustibles; el
impulso de la producción nacional y la inversión en sistemas de
almacenamiento.
Tendrán de margen para hacerlo hasta 2014 o tres años después de
la entrada en vigor de la legislación, porque la CE entiende que
requieren un plazo de adaptación.
Además, los países podrán recurrir a los fondos regionales,
estructurales y de cohesión, así como a garantías del Banco Europeo
de Inversiones (BEI) para financiar las obras necesarias.
"Queremos despolitizar el gas", recalcó Piebalgs, quien explicó
que los países que más esfuerzos tendrán que realizar son los
estados bálticos, Bulgaria y Eslovaquia.
Bruselas considera esencial desarrollar equipos que permitan el
flujo en dos direcciones en los gasoductos, de manera que ningún
estado miembro dependa en exclusiva de una sola entrada de gas y
pueda funcionar la solidaridad entre socios europeos.
La CE propone designar autoridades nacionales competentes que
preparen las medidas preventivas, así como planes de emergencia, y
realicen evaluaciones de riesgo cada dos años y seguimientos
continuos de la situación de casa país.
Cuando el funcionamiento normal del mercado interno y las medidas
nacionales no sean suficientes, Bruselas propone convocar al Grupo
de Coordinación del Gas -en el que están representados la propia CE,
la industria y los Veintisiete- y estudiar acciones coordinadas.
Según el nuevo reglamento, se declarará situación de emergencia
cuando lo requiera una de las autoridades nacionales competentes o
bien cuando la UE registre una pérdida de más del 10 por ciento de
sus importaciones diarias.
La legislación presentada hoy debe ser aprobada mediante el
procedimiento comunitario de codecisión, que requiere el visto bueno
del Consejo de ministros y del Parlamento Europeo.
Piebalgs confió en que la propuesta salga adelante sin retrasos y
en que la Eurocámara ofrezca su apoyo en primera lectura.
Suecia, país que preside la UE este semestre, ha anunciado que
empezará a trabajar a escala técnica esta misma semana y que llevará
la cuestión al Consejo de Energía del próximo 7 de diciembre.
El gas es la segunda fuente de suministro en orden de importancia
en la UE, representa un 25 por ciento del consumo interior bruto,
pero alrededor del 60 por ciento procede de importaciones -de Rusia,
Noruega y Argelia-. EFE