Bruselas, 4 feb (EFE).- El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, ha recordado a los bancos nacionales que actúan como supervisores bancarios las normas de la UE sobre el libre movimiento de capital, ante informaciones que apuntan a recientes actuaciones contrarias a las mismas, informó hoy la Comisión Europea (CE).
La CE ha tomado esta medida porque le han llegado denuncias de que, en varias ocasiones, bancos nacionales supervisores "actuaron de manera independiente para imponer presuntamente medidas prudenciales desproporcionadas contra filiales de grupos bancarios transfronterizos de la UE, explicó el portavoz de Barnier, Stefaan De Rynck, en un comunicado.
Al tomar este tipo de medidas, los supervisores nacionales "no respetaron los procedimientos obligatorios", que establecen que hay que consultar previamente a otros supervisores nacionales del mismo grupo bancario, señaló la CE.
Las presuntas medidas en cuestión incluyen controles al capital, restricciones sobre transferencias y préstamos dentro de un mismo grupo y limitaciones a las actividades de sucursales o la prohibición de expatriar beneficios, de acuerdo con Bruselas.
Estas actuaciones tendrían el efecto de delimitar activos, lo que podría, en la práctica, restringir transferencias transfronterizas de capital y potencialmente limitar el libre flujo de capital en la Unión Europea (UE), agrega la Comisión.
"La CE está muy preocupada por posibles medidas en este sentido. En primer lugar, los supervisores nacionales tienen que trabajar bien juntos y coordinar medidas en el mercado único", señaló De Rynck.
En segundo lugar, si se utilizan las competencias relacionadas con la supervisión de actividades bancarias de manera inapropiada, pueden tener un impacto negativo para otro Estado miembro y contribuir a la fragmentación del mercado único, lo que, a su vez, podría tener un efecto negativo en el crecimiento y la estabilidad financiera, afirmó además el portavoz.
La CE considera que el libre movimiento de capitales y "el gran potencial del mercado único" no deberían verse comprometidos por medidas descoordinadas y desproporcionadas que se toman para preservar la estabilidad financiera solamente a nivel nacional".
"La confianza y la cooperación estrecha entre todas las autoridades supervisoras nacionales competentes es crucial para ayudar a prevenir cualquier desintegración del mercado único", sostiene el departamento que dirige el comisario francés.
Por ello ha pedido a todos los bancos nacionales supervisores que suministren a la CE hasta finales de febrero información sobre sus actuales prácticas reguladoras, a fin de hacerse una fotografía completa y plena de las medidas que se han tomado y sobre los procedimientos que se siguieron a la hora de aplicarlas.
La CE evaluará cuidadosamente la información que reciba y decidirá si debe tomar "medidas adicionales si fuera necesario".
Según el Wall Street Journal, la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido pidió el año pasado a dos bancos chipriotas con sucursales en la isla que convierta sus operaciones en filiales británicas, reflejando su preocupación por los problemas que sufre el sistema bancario chipriota debido a su exposición a deuda griega y la reestructuración de la misma el año pasado.
Otro ejemplo que cita el diario es el de la disputa entre reguladores alemanes e italianos por el intento de UniCredit en 2011 de mover miles de millones de euros en depósitos de sus operaciones en Alemania a Italia, algo que las autoridades alemanas trataron de impedir.
El asunto se resolvió cuando el banco italiano prometió reducir las transferencias de fondos.
Con la futura creación del supervisor bancario único, esos conflictos se mitigarán en la eurozona y los demás países que participarán en el mecanismo, pero la coordinación de los supervisores con los Estados que no se sumarán a la iniciativa, como el Reino Unido, se seguirá haciendo a nivel nacional. EFE