Caracas, 10 ene (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez,
llamó hoy a los militares y a las organizaciones populares a
trabajar unidos para impedir que los comerciantes suban los precios,
aprovechándose de la devaluación que anunció hace dos días.
"Algunos burgueses, oligarcas (...) están diciendo que por las
medidas anunciadas el viernes ellos tienen que incrementar todos los
precios. ¡De ninguna manera lo vamos a aceptar!", remarcó Chávez en
su programa dominical de radio y televisión "Aló Presidente".
"Yo les hago un llamado a que no lo hagan. Lo primero que hago es
llamarlos a que no lo hagan, y al pueblo a que no permita que le
roben. No hay ninguna razón para que aumenten los precios de nada",
insistió el gobernante.
Chávez anunció que la devaluación de la moneda nacional, hasta
ahora en 2,15 bolívares por dólar, regirá desde mañana con dos tipos
oficiales de cambio: uno de 2,6 y otro de 4,3 bolívares, siempre en
el marco del control estatal de divisas en vigor desde 2003.
La cotización de 2,6 bolívares regirá las importaciones
prioritarias, entre ellas las del sector de los alimentos, la salud,
el de maquinarias y equipos, ciencia y tecnología y todas las
importaciones del sector público, así como remesas familiares o
recursos de consulados y embajadas acreditadas en Venezuela.
"Para todo el resto", subrayó, se utilizará una paridad de 4,3
bolívares por dólar, que llamó "dólar petrolero", y que
especialmente permitirá cubrir los requerimientos del sector
automotriz, del comercio y de las telecomunicaciones.
La lucha contra la especulación apunta a "una contraloría
social", a un "plan ofensivo y no defensivo", remarcó hoy e insistió
en que toda la oferta comercial de la actualidad "fue importada con
el precio viejo del dólar" de 2,15 bolívares.
"Cuando haga falta", y luego de que el Gobierno haga "un estudio
bien concienzudo", se decidirá sobre eventuales alzas en productos y
servicios sometidos a un adicional control estatal de precios y
tarifas, añadió.
"¡Que se preparen los que quieran aprovechar los anuncios (sobre
la devaluación) para aprovecharse y llenar de temores a la gente!",
porque "el pueblo actuará con la ley en la mano", insistió.
Chávez repitió en varias ocasiones que "la organización y el
poder popular", en este caso contra la especulación, permitirá
convertir a Venezuela en "una potencia mediana", objetivo que además
pasa, remarcó, por un combate adicional al latifundio y hasta el
tabaquismo y el alcoholismo.
"La lucha hacia el socialismo también es contra el latifundio, la
delincuencia, el narcotráfico, el alcoholismo y el tabaquismo (...),
vicios que los ricos inyectan a los pueblos para tenernos
dominados", agregó al insistir que personalmente se define como
"marxista y cristiano".
"Los ricos me odian, pero allá ellos. Déjense de tanto odio
porque no van a poder con nosotros ni con el amor del pueblo",
añadió tras reiterar que su deseo de convertir a Venezuela en una
potencia "no es para que convertirnos en ricachones ni en burgueses,
sino para vivir bien, para vivir con dignidad". EFE