Quito, 12 sep (EFE).- La petrolera estadounidense Chevron-Texaco,
que afronta una multimillonaria demanda por daños ambientales en una
corte de Ecuador, pidió que se anulen los fallos del juez que seguía
la causa, a quien acusan de estar involucrado en una trama de
soborno, en perjuicio de la compañía.
La petrolera, en un comunicado remitido hoy a Efe, indicó que sus
abogados presentaron una moción ante la corte de la provincia
amazónica de Sucumbíos, donde radica la causa, que busca "anular
todos los fallos emitidos por el juez" Juan Núñez, quien hasta la
semana pasada estaba a cargo del proceso.
Esa petición responde a la presentación, la semana pasada, de
unos vídeos entregados por Chevron a las autoridades ecuatorianas
como prueba del intento de soborno en el que habría incurrido el
juez.
Además, la compañía asegura que en esas grabaciones se constata
la supuesta injerencia del Gobierno ecuatoriano en el proceso, ya
que presuntos colaboradores del régimen intervienen en los vídeos.
Chevron insiste en que en las grabaciones, el juez conversa con
supuestos representantes del Gobierno y de empresas de limpieza de
vertidos de crudo, para adjudicarse eventuales contratos de
remediación ambiental, si se emitía un fallo de condena contra la
compañía.
Además, en el escrito difundido hoy, la petrolera acusa a los
demandantes de haber sobornado al perito que calculó el monto de la
indemnización por los supuestos daños ambientales, que asciende a
27.000 millones de dólares.
"El juez Núñez está parcializado y ha incurrido en un
comportamiento impropio de un juez", señala el comunicado de
Chevron, en el que advierte de que si su pedido no es atendido, a su
compañía "se le denegarían los derechos a la justicia imparcial y al
debido proceso garantizado por la Constitución" ecuatoriana.
Chevron incluso ha planteado la posibilidad de recurrir a
instancias internacionales, si la corte ecuatoriana emite un fallo
de condena en su contra.
De su lado, el juez Núñez, que se retiró del proceso por pedido
de la Fiscalía ecuatoriana, ha calificado como una "trampa" la
acusación de Chevron, además de dejar en claro que su salida intenta
contrarrestar la dilatación del juicio que, según él, es la
estrategia de la petrolera para evitar una eventual condena.
También el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha negado que
su Gobierno haya participado, de alguna forma, en ese proceso
judicial.
Correa, en su habitual informe sabatino, dijo que presume que los
vídeos presentados por la petrolera podrían ser parte de una
"trampa" elaborada por esa compañía para dilatar el proceso.
La petrolera estadounidense está acusada por miles de indígenas y
colonos de la Amazonía ecuatoriana de haber contaminado extensas
zonas de la selva y causado graves daños a la población, en el
tiempo en que operó en el país, entre 1972 y 1992. EFE