Shangai (China), 31 may (EFE).- Chile promocionó hoy sus caldos
en la Exposición Universal de Shangai y ofreció un tipo de vino para
cada plato de la gastronomía del gigante asiático, como parte del
esfuerzo del país latinoamericano por introducir el gusto por el
vino en China, donde aún se consume muy poco.
"Hemos estado trabajando mucho en la armonía entre comida china y
vino chileno, y nos damos cuenta de que cada plato chino puede
encontrar un vino chileno con el que funcione a la perfección",
explicó a Efe René Merino, presidente de la Asociación de Vinos de
Chile.
Así, por ejemplo, el pato laqueado, uno de los platos obligados
para todo el que visite Pekín, va bien con un Merlot o un Pinot
Noir, mientras que el Sauvignon Blanc es el mejor complemento para
los populares "xiao long bao" (masa de harina rellena de carne,
verdura o marisco).
"China es un país que tiene un potencial enorme", aunque "la gran
mayoría de los consumidores chinos prácticamente no conoce el vino y
todavía están dedicados a los alcoholes propios (en su mayoría,
licores blancos de alta gradación) y a la cerveza", reconoció
Merino.
"Estamos tratando de hacer que la gente vea que el vino puede ser
algo normal de tomar, porque hasta ahora no lo es" en el gigante
asiático, señaló a Efe Cristián Urzúa, de la viña La Rosa, que
participó, junto a otras 42 firmas productoras de vino, en una gran
cata en el pabellón chileno de la Expo de Shanghái.
En China, "uno va a un restaurante y no hay vino, y si lo hay, no
hay copa, y si hay copa y vino, no la saben servir", añadió Urzúa,
por lo que aún "hay que educar" en el mundo del vino, aunque señaló
que "les cuesta, pero es cosa de tiempo".
La cata de hoy estuvo dirigida primero a un grupo de 250 personas
del negocio del vino, y después se abrió al público general que
pasaba por el pabellón chileno, donde los caldos ocupan siempre un
lugar destacado entre los productos que se exhiben en él.
Los chinos aún beben poco vino, tan sólo 0,3 litros per cápita,
explicó Urzúa, cuya compañía exporta a China desde hace cinco años,
por lo que el esfuerzo de promoción, iniciado hace varios años,
tiene como objetivo aumentar el mercado a medio y largo plazo.
El consumidor de vino en China es joven, explicó Merino, ya que
la gente mayor no tiene ni hábito de beber vino ni interés por él,
por lo que la industria chilena busca llegar a un público entre los
18 y los 40 años.
A pesar del todavía escaso interés por el vino, para el sector
chileno, China es uno de sus 10 principales mercados, al que exporta
unos 70 millones de dólares de los 1.400 millones totales que vende
al exterior, lo que supone menos del 5 por ciento de sus
exportaciones.
Mientras, los caldos chilenos suponen el 6 por ciento del mercado
chino de vino importado, y ocupan el cuarto lugar en ventas por
detrás de Francia, Australia e Italia. EFE
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