Nueva York, 19 ene (EFE).- Citigroup no consiguió cerrar 2009
como un banco rentable pese a sus enormes esfuerzos de saneamiento y
a tres trimestres de beneficios, por lo que la entidad
estadounidense acumula, por primera vez en su historia reciente, dos
ejercicios consecutivos de pérdidas.
La devolución de los fondos públicos que recibió de la
Administración estadounidense a finales de 2008 para evitar el
derrumbe de este enorme supermercado financiero ha sido en esta
ocasión la que más ha lastrado sus cuentas, con una carga
extraordinaria antes de impuestos de 10.100 millones de dólares,
indicó hoy la firma al presentar sus resultados de 2009.
Sin embargo, no sólo ese fue el motivo, ya que las pérdidas
asociadas al impago de créditos e hipotecas por parte de sus
clientes también siguió afectando a sus cuentas y sólo en el cuarto
trimestre la compañía tuvo que reservar 706 millones de dólares para
cubrir esas contingencias.
En todo 2009, el banco dedicó hasta 8.019 millones de dólares al
fondo que mantiene para cubrir las pérdidas derivadas sólo de
impagos de créditos.
"Hemos logrado enormes avances en 2009. Nuestra responsabilidad
era ordenar la casa (...) y hemos reforzado el capital, reducido el
tamaño y alcance (del banco), y centrado de nuevo la atención en los
negocios estratégicos", aseguró hoy al presentar los resultados
Vikram Pandit, el consejero delegado del banco en estos dos últimos
y difíciles años.
En 2008, el banco cerró el peor año de su historia, con una
pérdida anual de 27.684 millones dólares, y con la espectacular
cifra de 17.263 millones de dólares perdidos en el último trimestre.
Ante ese panorama, y bajo la presión de las autoridades, Pandit
optó por desmantelar el imperio gestado en la década anterior y
dividir el banco en dos entidades: Citicorp para los negocios
estratégicos y Citi Holdings para los susceptibles de ser vendidos.
Con esta nueva estructura, Pandit pretendía sanear el que fuera
el mayor banco del mundo y librarse del lastre de los activos
acumulados durante la burbuja financiera e inmobiliaria.
Así, y después de haber llegado a perder 5,61 dólares por título
en 2008, el banco ha logrado mejorar considerablemente sus cuentas
en 2009 e incluso cerró los tres primeros trimestres del año en
positivo, en gran parte gracias a la venta de negocios no
estratégicos y de un esfuerzo por reflotar la base de su negocio.
"Creamos Citi Holdings para racionalizar los negocios no
estratégicos, ajustamos los riesgos de gestión, recortamos en 13.000
millones de dólares los costes anuales, redujimos la plantilla en
100.000 (trabajadores) y rebajamos los activos en 500.000 millones
de dólares", recordó Pandit.
Aun así, 2009 pasará a la historia del banco como el año en que
dejó de pertenecer al Dow Jones de Industriales, el índice de
referencia bursátil más reconocido del mundo, sus acciones llegaron
a venderse a menos de un dólar, y acumuló dos ejercicios de números
rojos, en esta ocasión con una pérdida de 80 centavos por título.
Pandit se enfrenta ahora un año crucial, ya que deberá garantizar
que se completan sus planes de saneamiento del banco, sin que se le
vayan sus directivos, a los que no podrá pagar los multimillonarios
incentivos que ofrecen sus competidores, ya que la entidad aún es
vigilada de cerca por la Administración estadounidense.
El departamento del Tesoro aún tiene 7.700 millones de acciones
(y opciones para comprar más), por lo que aún controla más de un
cuarto de su capital.
"Entramos en 2010 fuertemente capitalizados, mucho más eficientes
y con una estrategia clara en ejecución centrada en los clientes",
aseguró Pandit de cara a un año que se promete clave para esta
emblemática entidad estadounidense, que no está logrando evolucionar
al ritmo que otros de sus competidores.
La semana pasada, JP Morgan Chase, el primero de los grandes
bancos estadounidenses en presentar sus resultados de 2009, anunció
que había ganado 11.728 millones de dólares ese año, el doble que el
anterior, con una ganancia de 3.278 millones en los tres últimos
meses, pese a que su negocio de banca comercial sigue acumulando
pérdidas.
Mañana está previsto que presenten sus resultados Bank of
America, Wells Fargo y Morgan Stanley, mientras que Goldman Sachs lo
hará el jueves.
Unas dos horas después de la apertura del mercado, el sector
financiero registraba avances del 0,6% en Wall Street y las acciones
de Citigroup subían el 0,88% -aunque la reacción inicial de los
inversores fue negativa- y se negociaban a 3,45 dólares, muy lejos
de los casi 30 dólares a que se negociaban al comienzo de 2008. EFE