Santiago de Chile, 3 dic (EFE).- El comercio chileno deja de
vender anualmente unos 1.000 millones de dólares a causa de la
piratería, aseguraron hoy dirigentes empresariales del sector, que
al acercarse la Navidad llamaron a los consumidores a comprar sólo
productos legítimos.
Además, la cifra que mueve el comercio pirata en Chile supone que
el Estado deja de recibir unos 200 millones de dólares cada año en
impuestos, preciso hoy a periodistas Carlos Jorquiera, presidente de
la Cámara Nacional de Comercio.
Jorquiera y representantes de los sectores más afectados por la
piratería, como los de juguetes, software, música, vídeos y libros,
advirtieron que el más perjudicado por la piratería es el propio
consumidor.
Los productos piratas "son elaborados sin cumplir los requisitos
de calidad y sanidad que se le exigen a los fabricantes originales
para proteger a la población", dijo Jorquiera a los periodistas.
Por su parte, Raúl Sapunar, presidente de Asociación de
Distribuidores de Software, aseguró que en Chile el 67% de los
productos del sector son pirateados, según datos de la Bussiness
Software Alliance.
En América Latina, según la misma fuente, el promedio es del 65%
de productos piratas en el área del software, mientras en los países
de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico), en la que Chile será admitido probablemente este mes, el
promedio es del 36%.
A juicio de Alex Pesso, director legal de Microsoft Chile, la
solución del problema no pasa por cambiar la regulación existente,
sino aplicar con mayor severidad las sanciones previstas en la
normativa vigente.
Según Pesso, el software es el sector más perjudicado por la
piratería en Chile, con unos 250 millones de dólares al año, la
cuarta parte del total.
Eduardo Castillo, presidente de la Cámara Chilena del Libro, dijo
que el daño a su sector alcanza a unos 25 millones de dólares y que
durante este año se han detectado unos 700 títulos pirateados entre
autores chilenos y extranjeros.
En el sector del vídeo, los perjuicios llegan a unos 70 millones
de dólares anuales, según Antonio Marinovic, dirigente de la
Asociación de Distribuidores de Videograma, en cuya opinión el
problema ha ido en aumento en el sector debido al mayor acceso a
tecnología barata y al auge de las comunicaciones.
Agregó que, a su juicio, la Justicia ha sido débil y los jueces
acostumbran a aplicar las penas mínimas a los delincuentes, aunque a
veces de trata de reincidentes que han sido detenidos decenas de
veces.
"No hablo del vendedor callejero, sino del importador, la persona
que trae del extranjero contenedores de juguetes, de ropa, de
calzado y de otros productos falsificados", señaló.
Los empresarios lanzaron una campaña denominada "Lo barato cuesta
caro" para convencer a los consumidores de no comprar productos de
dudoso origen, que no tienen control de calidad no ofrecen garantía
alguna en caso de algún fallo o que, en el caso de los juguetes,
pueden ser dañinos para la salud de los niños. EFE