Comienza nueva etapa con ocho bancos e incertidumbre por futuro de empleados

San Juan, 3 may (EFE).- La banca puertorriqueña comienza una nueva etapa con ocho bancos comerciales en el mercado y la incertidumbre por el futuro de los miles de empleados de las entidades adquiridas.

El vicepresidente de la Asociación de Bancos de Puerto Rico, Arturo Carrión, dijo a Efe que la jornada de hoy transcurre con normalidad, después de que el comisionado de Instituciones Financieras, Alfredo Padilla, anunciara el pasado viernes el cierre de 3 entidades, adquiridas por sociedades que operan en la isla.

Padilla explicó que debido a su débil capitalización decretó el cierre de Eurobank, R-G Premier Bank of Puerto Rico y Westernbank, cuyos activos fueron comprados, respectivamente, por Oriental, Scotiabank y Banco Popular, en una de las operaciones más importantes de la historia del sector en Puerto Rico.

Carrión indicó que, en su opinión, ocho bancos son suficientes para el mercado puertorriqueño, dado que estos cuentan con 517 sucursales repartidas por toda la isla, un número considerable para el tamaño del país.

El directivo recordó que en Puerto Rico existen, además, 125 cooperativas financieras con depósitos por valor de 8.000 millones de dólares que llevan a cabo la misma función que los grandes bancos, aunque sus activos sólo suponen cerca del 6 por ciento del total del sistema bancario puertorriqueño.

Carrión dijo no saber con exactitud cuál será el futuro de los cerca de 3.000 empleados de los bancos adquiridos, tras explicar que los compradores llevarán a cabo en los próximos meses un análisis para detectar posibles duplicidades de funciones.

"Se pondrán en marcha procesos de organización, aunque se trata todavía de meras hipótesis", subrayó sobre el futuro de los empleados de los tres bancos, en un momento en el que el desempleo en Puerto Rico, el pasado marzo, se situó en el 15,9 por ciento, en el marco de una profunda crisis económica de ya cuatro años.

Por su parte, Padilla confirmó que la jornada de hoy transcurrió con normalidad y que el proceso de traspaso de activos entre las entidades apenas tuvo consecuencias para los clientes de los bancos comprados, sobre una operación que definió como histórica.

Sin embargo, no se pronunció sobre el asunto de los puestos de trabajo de los cerca de tres mil trabajadores que ahora podrían ver amenazados sus empleos.

La prensa sanjuanera señala hoy que la operación, supervisada por Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés), respondió, en parte, a una petición realizada por el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, a Washington.

"El Nuevo Día" asegura que la consolidación de una tercera parte del sector bancario de la isla es la respuesta del Gobierno federal a Fortuño, iniciativa que tuvo como fin evitar una debacle mayor.

"Entendíamos que había que llamar la atención del FDIC para que supieran que teníamos un problema serio", sostuvo el gobernador anexionista.

Fortuño señaló que el sistema bancario local recibe con esta operación una "inyección" de miles de millones de dólares, cantidad que se corresponde con la cifra destinada por los tres bancos compradores para adquirir Eurobank, R-G Premier Bank of Puerto Rico y Westernbank.

La presidenta de la FDIC, Sheila Blair, resaltó que la consolidación anunciada fortalecerá el sector bancario puertorriqueño.

Tras la operación, el sistema bancario puertorriqueño queda con ocho bancos y cerca de 15.500 empleados, después de que aproximadamente cien sucursales hayan cambiado de nombre y dueño.

Las pérdidas estimadas por banco que asumiría el FDIC en caso de que los préstamos adquiridos no resulten cobrables son de 3.000 millones de dólares por parte del Westernbank, 1.200 del R-G Premier Bank of Puerto Rico y 800 del Eurobank. EFE

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