Lima, 2 mar (EFE).- Representantes del sector textil denunciaron
hoy que el Perú renunció a las medidas de protección al firmar el
tratado de libre comercio con China (vigente desde ayer), porque no
podrá defenderse en el caso de que haya sobreimportación de bienes,
como afirmaron que ya sucede en el mercado local.
En rueda de prensa en el Parlamento, el presidente del comité de
confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), José Luis
Peroni, dijo que de 38 millones de prendas de vestir importadas de
China en 2003, por un valor de 62 millones de dólares, "hemos pasado
a 141 millones de prendas" en 2009, por un valor promedio de 1,16
dólares por pieza.
"La subvaluación es un tema gravísimo y definitivamente algo hay
que hacer si es que no queremos quedarnos sin una industria que da
empleo directo a más de 473.000 personas e indirectos a otro
millón", agregó Peroni.
A raíz de la crisis, 40.000 trabajadores del sector perdieron sus
puestos de trabajo en 2009 por el cierre de 4.000 empresas de
confecciones, dijo Peroni.
A ellas deben sumarse el cierre de 1.000 empresas de plásticos y
500 compañías de calzados, según cifras comentadas por Peroni.
El dirigente recordó que en 2004 se aplicaron salvaguardas contra
las confecciones chinas, que redujeron su ingreso a 2,5 millones de
prendas, pero al año siguiente hubo un alza del 570 por ciento, que
se ha ido incrementando hasta la actualidad.
"Acá se están importando ternos a 11,20 dólares y se vende al
público en 299 soles (casi 100 dólares), pero no representa ni
siquiera el valor del peso del conjunto de saco y pantalón", acotó
Peroni.
Sin embargo, fuentes del ministerio de Comercio Exterior y
Turismo aclararon a Efe que la subvaluación, declarar un bien por
menos de lo que cuesta para pagar menos aranceles, es un problema
anterior a la firma del TLC, y precisaron que los culpables de esta
práctica son casi siempre los importadores peruanos, y no los
exportadores chinos.
Por su parte, el empresario textil Guillermo De Vivanco, con 40
años de trabajo en el emporio confeccionista de Gamarra, opinó que
"el peligro (del TLC con China) está en la renuncia expresa que ha
hecho el Perú a todas las medidas de protección".
"Si hay una sobreimportación, no podemos hacer nada. El año
pasado, China nos vendió 4.000 millones de dólares en manufacturas y
el Perú (vendió a China) 300 millones de dólares por los mismos
productos. El TLC en el ámbito de las manufacturas no era
necesario", afirmó De Vivanco.
Según él, el 90 por ciento de la exportación a China está
constituido por minerales y harina de pescado (excluidos de
arancel), por lo que puso en duda la necesidad del TLC.
Las fuentes gubernamentales explicaron que el TLC no se hizo para
estos productos, sino pensando en la agroindustria y la manufactura
de madera, sobre todo, y de todas formas aclararon que el Tratado
logra que se agilicen los trámites aduaneros para todos los
productos.
A su turno, el confeccionista Miguel Morán, también de Gamarra,
dijo que "la subvaluación está corroyendo desde hace tres años todas
las importaciones de textiles, calzado y plásticos", pero que "las
aduanas del país no hacen nada para poder contrarrestarla".
"Tenemos más de 200.000 talleres que están por perder sus empleos
y el gobierno no hace nada, no le interesa el empleo de las pequeño
y micro empresas", apuntó.
El Gobierno firmó un acuerdo de cooperación aduanero que obliga a
las aduanas de ambos países a intercambiar información y evitar así
la subvaluación. Según fuentes oficiales, el convenio lleva cinco
meses vigente, pero los empresarios dijeron no haber visto todavía
sus frutos.
Morán amenazó con "paralizar Gamarra" en los próximos días, si el
gobierno no toma medidas contra la subvaluación, porque "solamente
con las medidas de fuerza uno puede ser oído".
La crítica de los empresarios se sumó a la de los congresistas
opositores Yohny Lescano, de la Alianza Parlamentaria, y Daniel
Abugattás, del Partido Nacionalista Peruano, quienes rechazan el
hecho de que el TLC no fue refrendado ni debatido en el Congreso.
El presidente de Perú, Alan García, consideró ayer que su país
vivía un día histórico al entrar en vigor el TLC con China, porque
permitirá relanzar el comercio de bienes, servicios e inversiones
entre ambos estados. EFE