Pekín, 24 jun (EFE).- El Plan de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) inauguró hoy una conferencia internacional en
Pekín con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de abandonar
las tradicionales bombillas incandescentes, que suponen un gran
gasto energético para el planeta.
El foro, patrocinado también por el Gobierno chino y el Fondo
Global para el Medio Ambiente (GEF), servirá para compartir
experiencias sobre sustitución de estas bombillas por otras de bajo
consumo en países como Australia, Canadá y Japón, así como las
campañas de concienciación en China, país que produce el 70 por
ciento de las bombillas mundiales.
"La iluminación representa un 19 por ciento del consumo de
energía del planeta, pero cambiar las bombillas puede reducir este
consumo en un tercio", destacó en la apertura de la conferencia la
subdirectora del PNUD en China, la brasileña Silvia Morimoto.
Morimoto destacó especialmente los esfuerzos de China en la
mejora de su iluminación, por ejemplo a través de planes de reparto
de 270 millones de lámparas de bajo consumo en todo el país.
No obstante, según el experto Lu Wenbin, de la Comisión Nacional
de Reforma y Desarrollo, todavía existen dificultades en China para
convencer a su enorme población de que adopte las lámparas no
incandescentes, debido a su mayor precio en las tiendas (aunque a la
larga salgan más baratas, pues duran más).
Lu subrayó que en una década se ha logrado que más de la mitad de
las lámparas que se producen en el país sean de bajo consumo, cuando
hace 10 años sólo eran una de cada seis.
Morimoto destacó hoy el compromiso de las Naciones Unidas con
China para una iluminación más "verde", con gestos como la firma del
secretario general Ban Ki-moon con las autoridades chinas de un
acuerdo para extender el uso de las lámparas de bajo consumo.
El programa, llamado PILESLAMP, durará tres años y supone una
inversión de 84 millones de dólares, procedentes del Gobierno chino,
empresas, donaciones y el citado GEF.
"Un simple cambio de una bombilla puede mitigar
significativamente las amenazas del cambio climático", destacó el
PNUD en el foro.
Según el experto Liu Wenbin, el Gobierno chino proyecta que para
2015 un 20 por ciento de la iluminación pública y un 50 por ciento
de los carteles luminosos usen lámparas de bajo consumo.
Las lámparas fluorescentes compactas, vistas como el mejor
sustituto para las tradicionales bombillas, consumen un 80 por
ciento menos de energía para producir la misma luz, duran entre diez
y doce veces más y emiten menos dióxido de carbono -uno de los
causantes del calentamiento global- a la atmósfera. EFE