Eva Santis
Madrid, 16 abr (EFE).- Las conjeturas sobre una reestructuración de la deuda soberana de Grecia castigaron duramente esta semana a los bonos griegos, irlandeses y portugueses, e incluso salpicaron a los españoles, que en las últimas semanas se habían desmarcado de los avatares de estos países periféricos en los mercados.
El detonante de estas nuevas turbulencias en la crisis de la deuda soberana en la zona del euro, casi un año después de aprobarse el rescate de Grecia, fue un comentario del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble.
Este ministro insinuó en un diario alemán el jueves que Grecia quizás deba reestructurar su deuda si el examen de las autoridades de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio suscita dudas sobre su capacidad de pago a sus acreedores.
Según el Financial Times, el Gobierno alemán elabora planes provisionales para una reestructuración de la deuda griega en caso de que las reformas no logren sacar a Grecia de su crisis fiscal.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, tildó de "infundados" los rumores de reestructuración y el Gobierno griego también los rechazó, pero los mercados no hicieron caso.
Los tipos de interés de los títulos de deuda a 10 años griegos y portugueses alcanzaron máximos el viernes, un 13,7 % y un 8,8 % respectivamente, y los de los bonos irlandeses superaron el 9,5 %, lastrados, además, por la rebaja de la calificación crediticia de Irlanda, al borde del bono basura, por Moody's.
Irlanda se convirtió en noviembre en el segundo país de la zona euro en ser rescatado. Este mes fue Portugal el que pidió ayuda.
La rentabilidad del bono español a 10 años subió al 5,4 % y la prima de riesgo (el diferencial con el "bund" alemán de referencia) llegó a los 204 puntos básicos, el nivel más alto en un mes.
La prima de riesgo griega superó los 1.000 puntos básicos, frente a los 400 en que se situaba hace casi un año, cuando Atenas pidió ayuda a la UE y al FMI para hacer frente a sus problemas de deuda.
Ayer, precisamente, el Gobierno de Grecia anunció un nuevo plan de ajuste, por valor de 76.000 millones de euros hasta 2015 entre recortes del gasto, aumento de ingresos fiscales y privatizaciones, con el que busca recortar el déficit al 1 % del PIB y reducir la deuda, que alcanzará este año un 153 % del PIB.
Según el FMI, la economía de Grecia caerá este año un 3 % y la de Portugal un 1,5 %, mientras que la irlandesa crecerá un 0,5 %.
La institución advirtió de que los problemas en la periferia de Europa son "especialmente agudos" y que "restablecer la viabilidad fiscal y financiera, en medio de un crecimiento bajo o negativo y elevados tipos de interés, plantea un desafío sustancial",
La zona euro no es la única que está en el punto de mira del FMI por sus problemas de deuda: el organismo instó a Estados Unidos a acelerar la adopción de medidas "creíbles" para reducir su deuda, que, según proyecta, superará el 110 % del PIB en 2016.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que firmó hoy la ley de presupuesto para este año fiscal en curso, que prevé recortes del gasto por 38.500 millones de dólares, propuso esta semana un plan para recortar en 4 billones la deuda pública, que actualmente es de 14,3 billones, en los próximos doce años.
El FMI, que junto con el Banco Mundial celebra su asamblea de primavera en Washington esta semana, vaticina que la recuperación e la economía mundial seguirá este año y el próximo, con alzas del 4,4 y 4,5 %, pese a las sombras que proyectan las revueltas en Oriente Medio, la tragedia de Japón y la crisis de la deuda europea.
Pero las economías avanzadas, que afrontan el reto de reducir el alto desempleo, los déficit y el gasto público, crecerán sólo a una tasa del 2,5 % mientras que las emergentes, lideradas por China y la India, y los países en desarrollo lo harán a un ritmo del 6,5 %, con el consiguiente peligro de sobrecalentamiento.
Así, China, cuyo PIB creció un 9,7 % en el primer trimestre, registró en marzo una tasa de inflación del 5,4 %, según datos divulgados esta semana y que se cree llevarán al banco central a elevar de nuevo los tipos de interés, después de subirlos cuatro veces ya desde octubre.
Latinoamérica, que crecerá un 4,7 % este año y un 4,2 % en 2012, deberá gestionar los "fuertes vientos de cola" originados por el alza de los precios de las materias primas y la entrada de capitales, indicó el FMI. EFE