Nueva York, 11 sep (EFE).- El consejero delegado de Morgan
Stanley, John Mack, rechazó hoy que su próximo relevo al frente de
la dirección ejecutiva de la entidad financiera se deba a tensiones
con el Consejo de Administración, y aseguró que responde a un deseo
que ya había manifestado meses atrás.
"No hay tensión con el Consejo, en absoluto", declaró el
ejecutivo durante una entrevista en el canal financiero CNBC, un día
después de que la entidad anunció que James Gorman asumirá el cargo
de consejero delegado el próximo 1 de enero, en tanto que él
continuará como presidente del Consejo de Administración.
Explicó que hace más de un año comunicó a los consejeros su deseo
de abandonar la dirección ejecutiva después de que cumpla los 65
años el próximo noviembre, y que desde entonces se empezó a buscar
al sustituto adecuado dentro y fuera de la entidad.
"Cuando estuvo claro que Gorman era la persona adecuada, no había
razón para esperar", aseguró el ejecutivo, quien asumió las riendas
de Morgan Stanley en 2005 y consiguió que sobreviviera a la crisis
desatada hace ahora un año, que provocó la desaparición de las
entidades independientes de banca de inversión en Estados Unidos.
La noticia de este relevo, difundida el jueves tras el cierre del
mercado, fue recibida con cierta cautela en Wall Street -donde se
había especulado que existían tensiones internas-, a la vista de la
moderada variación que registraban sus acciones, que subían el 1,2
por ciento y se negociaban a 29 dólares.
Mack afirmó que la llegada de Gorman a la dirección ejecutiva no
representará un cambio en el modelo de negocio de la entidad, que en
el último año ha caído en bolsa un 25 por ciento.
Al igual que otras financieras, Morgan Stanley sufrió las
consecuencias de asumir un elevado riesgo con inversiones en deuda,
incluidos préstamos hipotecarios, luego de que llegó un momento en
que no había mercado, debido a la escasez de liquidez.
"Nos equivocamos como muchos otros", manifestó Mack respecto a su
falta de previsión de las posibles consecuencias para su empresa de
la congelación de un mercado de deuda en que el que se habían
invertido enormes cantidades. EFE